viernes, 29 de marzo de 2013

Primavera con sentido


Los días 25, 26 y 27 de marzo hemos realizado una ludoteca de primavera en el Aula Rural que Ciempiés tiene en la Vega. Como en otras ocasiones nuestro objetivo es establecer un  espacio lúdico y educativo donde se desarrollen actividades participativas dirigidas a los niños y niñas entre 3 y 12 años. Ofrecemos una vía para conciliar la vida laboral con la familiar, al tiempo que se diseña un recurso divertido donde los más pequeños pasen parte de esta semana. Y hemos aprovechado los rayos de sol que se asomaban entre las insistentes lluvias, para disfrutar de este lluvioso inicio de la primavera.

Este año la hemos recibido con todos los sentidos atentos; abrimos cinco ventanas por donde entró el color, al olor y los sonidos de esta loca estación. Y todo ello con tacto y  mucho gusto.  La primavera estuvo presente en nuestros juegos, en los talleres y en las historias que narramos. Intentamos establecer un espacio para la convivencia, mirando por los demás, teniendo mucho tacto y olfato para evitar los conflictos, escuchando a los que nos rodean y cogiéndole el gusto al compartir ratos divertidos.


Y, como no, nos acercamos a los animales del corral y nos convertimos en agricultores que, para no embarrarse demasiado, trabajaron con tiestos convertidos en mini huertas.

Además viajamos a otros lugares para ver como celebran esta semana y los días previos; el frío va dando paso a un sol que templa y alarga los días, la naturaleza comienza a volverse loca después del reposo invernal; tanto que a los conejos les da por poner huevos de chocolate. Y la Yaya Corema se queda sin sus siete piernas y con el bacalao en la mano.
 

Hemos pretendido que las actividades sean diversas y adaptables a las distintas edades: nos hemos transformado en artistas de tanta calidad como la bruja pintora, realizamos un marco de fotos primaveral y una mariposa aromática, en la cocina elaboramos muffins de zanahoria y deliciosos conejos de pascua, jugamos con Maricastaña, la Yaya Corema perdía sus patas y nos hacía regalos, nos lanzamos a la búsqueda de los huevos de pascua, ...

Y como fin de fiesta disfrutamos de un precioso cuentos de marionetas llamado la Hora Pinta. Nos reimos con a los siete colores del arco iris y sus bobadas, con el blanco y el negro que pasaron de las peleas al enamoramiento, con el  relojero que cuida el árbol del tiempo y con la bruja que no tiene escoba ni barita mágica sino un pincel con mucho arte (a quien alguno solo se atrevió a mirar entre los pequeños deditos que tapaban su cara).



Agradecemos a todos los participantes el privilegio de haber iniciado la primavera a vuestro lado.

1 comentario:

Unknown dijo...

Maxi y Ana estaban perezosos porque esta vez faltaban sus primos... les duro bien poco! Se han encontrado con "viejos" amigos y han conocido nuevos.
Como siempre, se lo han pasado pipa y como nos gusta a los papis... aprendiendo y disfrutando del campo.
Sois un gran equipo.
Muchas gracias y hasta pronto.