domingo, 15 de diciembre de 2013

Tal vez un pino.



A quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.

Imaginaros un gran árbol, tal vez un pino. Y ahora haceros a la idea de que os acercáis a él en un día caluroso, con las ideas confusas, con muchos sueños en el bolsillo que no sabes si desaparecerán entre las costuras de lo utópico.  Se está bien bajo la sombra que proyecta su acogedora y antigua copa; tenemos la frescura y la tranquilidad suficiente para pensar. Nos ofrece su tiempo y un cariño maternal.  Y, con muchos esfuerzos, las piezas del puzzle comienzan a encajarse; a nosotros también nos crecen ramas, damos pequeños frutos, anillos concéntricos ensanchan nuestros proyectos y nos protegemos con la corteza que regala la experiencia. Siempre bajo la sombra que nos cobija.

Hace una año que dejamos atrás esa certeza; ahora intentamos nosotros proyectar sombra. Si lo conseguimos es merced a lo aprendido bajo la sombra de ese buen árbol, de ese cobijo, de, tal vez, un pino.

Feliz Navidad a los habitantes del Cortijo del Pino y muchas gracias por los dulces … recuerdos.

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