Esta ruta, primera del año, pretende limar los mantecados y turrones adentrándonos en el Valle de Lecrin, ahora en plena producción de naranjas. Es una ruta rural de gran belleza en la que nos alzaremos hasta un castillo desde el que se puede contemplar este valle, el Castillo de Murchas o de Lojuela. Y entre naranja y naranja buscaremos fósiles de corales.
Al río accedemos a traves de la preciosa Acequia de la Pavilla, donde más de uno y una han "pelado la pava", de ahí su nombre. Y no es para menos ya que el paisaje y el murmullo del agua es de lo más evocador.
Abandonamos la población de Murchas, situada a 662 metros de altitud, por unas calles estrechas cercanas a la iglesia. Tomamos una vereda de unos 2 km que nos conduce hasta el Castillo de Lojuela, pequeña fortaleza de época musulmana en cuyos lienzos de muralla terrosos aparecen restos de cerámica. Allí haremos una parada para contemplar el valle y "hacer la cabra".
Tras regresar a Murchas, tomamos un camino que lleva a Melegis a través de un vergel de naranjos y limoneros. Los olivos tan antiguos como los recuerdos de estas veredas, nos muestran sus ajadas cortezas.
La distancia entre ambas poblaciones es de unos 2 km. Iremos acompañados del ruido del agua que corre por las numerosas acequias cuyo origen se remonta a la época Nazarí.
En las proximidades de este pueblo nuestro magnífico rebaño de senderistas se cruza con otro más ordenado de cabras guiado por un pastor y un perro cojo.
Ha sido una bonita ruta donde me han regalado el reencuentro con nuestro amigo Emilio, corazón de este grupo de senderistas durante mucho tiempo.
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