El senderismo con niños es una actividad muy gratificante. Esta actividad en la naturaleza no tiene edad que le ponga límites; cualquiera puede practicarlo y para todos se traduce en salud, educación y divertimento.Los niños y las niñas se sentirán estimulados al caminar con otros senderistas de su edad; y las familias compartirán una vivencia intergeneracional muy enriquecedora. Y además, como otros recursos de ocio compartido, dedicamos tiempo en común padres, madres, hijos e hijas, circunstancia que tristemente se está convirtiendo en un lujo.
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