viernes, 14 de octubre de 2016

Un aplauso muy merecido.

Cualquier edad es la correcta para aprender, para participar, para sonreír.

En la actividad de interpretación que hemos realizado esta mañana con los simpáticos niños y niñas de la escuela El Olivarillo del Padul, hemos disfrutado de momentos muy entrañables. Uno queda plasmado en la siguiente foto en la que esta señora juega con la tensión superficial del agua como si fuese un mago. Y realmente está en posesión de la magia de quien no deja que la edad ponga fronteras innecesarias.


Al final de la charla se acercó y nos dio las gracias por haberle dado una clase de física y química tan divertida a una mujer de ochenta y cinco años. Las gracias se las damos nosotros a ella.

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