sábado, 20 de mayo de 2017

En el Canal de Canales.


Muy cerca de Granada hemos disfrutado de una ruta muy peculiar, de un sendero muy poco transitado pero lleno de sorpresas. Hemos caminado por un canal que llevaba el agua desde el Genil hasta la Central Eléctrica de Canales ya fuera de servicio.

Iniciamos el recorrido en el camino de la Fuente de la Bicha, a la altura de Lancha de Cenes, concretamente en la Presa Real, donde nace la Acequia Gorda. Desde allí tomamos una pista ancha y cómoda dejando el Genil a la derecha. Los chopos rodean y refrescan el camino.

Tras dejar Cenes a la izquierda, pasamos bajo un puente donde encontramos dibujado a un extraño protector de estas aguas. Tras pasar un vado, el camino prosigue sombreado ascendiendo ligeramente hasta llegar a una bonita presa de roca y metal.  Esta situada en las proximidades de la unión del Aguas Blancas con el Genil, cerca de la fábrica de papel antiguamente llamada "El Blanqueo".

Cruzamos la presa apreciando la belleza de la vegetación de ribera que protege las aguas donde flotan los brillos del sol. Y continuamos a la izquierda por un camino fresco y sombreado que nos conduce a Pinos Genil, pueblo vertebrado entorno a este río.

Llegamos hasta la plaza donde nos refrescamos en su fuente de tres generosos caños. Luego pasamos junto a la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena. Situada en el barrio de la margen izquierda, esta iglesia se muestra como un antiguo templo que algunos atribuyen a la época mozárabe. Se dice que fue construida sobre una antigua mezquita árabe. No obstante data del siglo XVI.

Un poco más adelante nos encontramos con la pequeña Ermita de San Antón y seguimos ascendiendo por la antigua carretera de Sierra Nevada; dejamos a la derecha el cementerio y en una curva cerrada la abandonamos. Hay que sortear una cancela. Primero una pista terrosa y amplia y luego una vereda perdida nos alza, entre retamas en flor, a la abandonada balsa de captación de la Central Eléctrica de Canales.



Hoy, más que una balsa que regulaba el caudal de entrada a los tubos que descienden hacia la central, el lugar parece un tentadero. Merece la pena detenerse unos minutos a contemplar el paisaje. Rodeamos la balsa y nos metemos en el canal.


Seguiremos el canal por su interior. Pasamos bajo puentecillos para canalizar las aguas pluviales de las torrenteras y penetramos en dos túneles donde descansan los murciélagos. El canal es propicio a los tropezones ya que se acumulan las ramas y piedras procedentes de la ladera.

Llegamos hasta la impresionante presa del Pantano de Canales. En una sombra, sentados en piedras que la consolidan y con el "pueblo" de Canales en lo alto de la ladera, tomamos un refrigerio. La auténtica aldea de Canales es, desde hace cuatro décadas, un pueblo fantasma sumergido en las aguas del pantano.

Atravesaremos la presa y ascenderemos hasta situarnos en lo alto. Contemplamos el pantano donde destaca la gran masa caliza del Púlpito. Es habitual ver cabras montesas riscando por estas peñas. Y en las orillas del pantano enormes carpas se mueven con parsimonia.

Descenderemos pasando por un puentecillo sobre el aliviadero de la presa. Pasamos un tunel bajo el cual la presa cede el caudal ecológico al río Genil; a todas luces no parece un regalo muy generoso.




Ahora, dejando el Genil a la derecha, caminamos por una pista alfaltada, el antiguo camino del Tranvía de la Sierra.

Atravesamos un par de túneles y llegamos hasta una nueva represa. Bajamos para refrescarnos.

Dejamos atrás las ruinas de la fábrica de la luz y cruzamos el río por un pequeño puentecillo. Estamos ahora en el Camino de la Fábrica que nos conduce a Pinos Genil.



Ya solo resta seguir el camino que bordea el río por su margen izquierda. Pasamos por pequeños puentes y por la fuente de la Pita y la Pitilla. Los chopos,

las mimbreras y el murmullo del agua alivian el calor del mediodía.

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