Elegimos el Río Monachil, a su paso por Los Cahorros, por su transcurrir encajonado a través de un impresionante valle, por encontrarse dentro del Parque Natural de Sierra de Nevada y por estar lleno de elementos emocionantes.
Los “cahorros” hacen referencia a las zanjas blanquecinas labradas por el agua que baja torrencialmente por las laderas muy pendientes de este cañón. Disfrutaremos del paisaje, contrastando la húmeda umbría del cañón con los áridos y descarnados arenales de los Cahorros altos. Primero visitamos este desfiladero a vista de pájaro para, posteriormente, penetrar en su interior.

El cañón de Los Cahorros es uno de los mayores atractivos del municipio de Monachil. Es una zona de media montaña de materiales calizos, lo que da lugar a formaciones abruptas y muy erosionables a las que se agarran las plantas rupícolas. Lo más típico del recorrido es el puente colgante de 63 metros de longitud y más de cien años de antigüedad.


Pasamos bajo un viejo cortijo equilibrista de estas laderas y llegamos al punto más alto del recorrido. De vez en vez nos detenemos a contemplar el paisaje o nos desviamos para acercarnos a contemplar los cortados hacia en encajonado río Monachil. El paisaje es gris claro, morrenas fruto de la degradación de las calizas y las dolomías. Las aulagas enraízan en estos suelos degradados. Dominamos el cañón de los Cahorros desde lo alto, como si fuésemos chovas piquirrojas sobrevolando el entorno.
Llegamos hasta la pista de baja por el Barranco de las Revueltillas hacia Las Azuelas. Pero nosotros la ignoramos y seguimos al frente, hacia las Chorreras. A nuestra derecha el río, a la izquierda una hilera de chopos que marcan el transcurrir de una caudalosa acequia y dejan caer, pausadamente, pelusas de algodón.



Con el corazón sobresaltado por tal belleza llegamos al emblema de esta ruta, el gran puente colgante. Lo atravesamos con respeto, de cuatro en cuatro, disfrutando de las sensaciones que en nosotros despierta.


Un poco más adelante llegamos a la Central Hidroeléctrica de "Tranvías". Fue inaugurada en 1907 y suministraba electricidad al tranvía de la Sierra. Posteriormente fue adquirida por el Ayuntamiento de Monachil y, tras su restauración, puesta a funcionar en 1991.
Pasamos por la derruida Central Hidroeléctrica de "La Trola". Estuvo funcionando hasta la década de los 60 en la que un movimiento de tierras provocó su cierre. Hoy día es una ruina que la naturaleza va mimetizando con el entorno.
Y así, sin darnos cuenta del calor propio del medio día, llegamos al pueblo para poner el punto y final a esta preciosa ruta.
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