

De nuevo en la maravillosa Sierra de Huetor, caminando por un sendero que nos permite atravesar este Parque Natural por zonas rocosas y bosques de pinos y encinas; dependiendo de donde posemos la mirada, disfrutamos de bellas panorámicas: el Maullo, el Cerro del Agua, el Cerro de las Calaveras, el perfil de Sierra Nevada o el valle donde, escondido entre la vegetación, nace el Darro.

Pero, como buenos senderistas, nos llevamos la esencia del paisaje en nuestro corazón sobresaltado.

El sendero comienza muy cerca de la casa forestal Los Peñoncillos. Iniciamos la caminata en una pequeña vereda nos llevará directamente al corazón del Parque Natural Sierra de Huétor. Es un viejo camino de herradura que podría contarnos infinidad de historias serranas: la Cañada del Sereno.
Nos encontramos inmersos en un fantástico pinar de repoblación donde destaca el pino resinero. Nos adentramos en una zona denominada El Jardín, en la que el pinar se abre y cede terreno a las encinas, mientras a ras de suelo se entremezclan con el tomillo, el romero, la mejorana y el enebro de miera. Destacan las blancas flores del jaguarzo y la salvia en flor.

Continuamos, a media ladera, hasta el mirador de la Zarraca. Desde aquí podemos contemplar la Cueva de lo Mármoles en el cerro frontero. Y hacia este emblemático lugar nos dirigimos.




Es demasiado fácil imaginar, viendo los nidos de ametralladora, los tajos en la tierra y las habitaciones oscuras subterráneas, los horrores allí sufridos. Hoy la naturaleza las diluye en el paisaje.

Finalmente, por unas veredas estrechas y umbrías llegamos de nuevo a la pista forestal que nos conduce al final de la jornada, a los Peñoncillos.
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