Vientos de otoño.

Un viento travieso de otoño ha hecho de las suyas en el colegio Carmen Sallés de Santa Fe. Tal vez con esta y otras actividades de otoño estamos intentando invocar una estación que tarda en dar remplazo al verano que se está haciendo pelín pesado.

Con este recurso destinado a la educación infantil pretendemos acercarnos a los entresijos del otoño a través del conocimiento de un viento, un tanto bandido y travieso, que roba las hojas de los árboles y da la vuelta a nuestros paraguas.

Además de fisgonear en esta cambiante estación del año, trabajamos aspectos de la educación en valores que ya se abordan a estas tempranas edades: la transigencia y el ser capaz de ponerse en el lugar del otro; la resolución de los problemas sin necesidad de gritar y darnos tortazos; y el respeto a los demás.

Después de que Eli nos hable de setas, frutos, aves viajeras y hojas que vuelan, escuchamos a un mago tal loco como conocedor de los vientos que aparecen y desaparecen en los distintos rincones del planeta.

Y nos narra la historia que ocurrió en Sombrerania y en Descubierta, dos ciudades vecinas que no se entendían muy bien. El protagonista es un viento que era inconsciente solo en apariencia. Nos basamos en el cuento El Viento Tarambana de Carles Cano, cuyas ilustraciones vamos proyectando a medida que progresa la narración.

Este viento cambia los sombreros de cabeza poniéndonos en el lugar del orto. Empatía, diálogo, entendimiento... palabras que debemos llenar de contenido en los tiempos que corren.

"... el viento de otoño, un viento payaso, juguetón y algo traidor a veces; un viento bandido que nos roba las hojas de oro que el sol ha pintado. Siempre suela actuar a tontas y a locas, pero una vez, quizá por casualidad, o quizá con mas sentido del que tienen los demás vientos juntos, hizo que…"