miércoles, 8 de mayo de 2019

Ruta 27. Los Cahorros de Monachil.


Como es habitual, una de las últimas rutas de la temporada la realizaremos por el Río Monachil a su paso por Los Cahorros,  por su transcurrir encajonado a través de un impresionante valle dentro del Parque Natural de Sierra de Nevada.


Los “cahorros” hacen referencia a las zanjas excavadas por el agua que baja torrencialmente por las laderas muy pendientes de este cañón.


Disfrutaremos del paisaje y, como no, haremos de intrépidos exploradores que no temen a los puentes colgantes, ni a ir a gatas, ni a trepar por taludes, ni a sortear troncos caídos, ni a meterse en arenas movedizas... Un buen estreno para Mónica.


El cañón de Los Cahorros es uno de los mayores atractivos del municipio de Monachil. Es una zona de media montaña de materiales calizos, lo que da lugar a formaciones abruptas y muy erosionables. Lo más típico del recorrido es el puente colgante de 63 metros de longitud y cien años de antigüedad.


Nosotros partimos andando desde el pueblo hasta los Cahorros Altos y desde allí caminamos a media ladera dejando el cañón bajo nuestros pies. Pasamos a la vera del Cortijo de las Cabras. En los arenales dolomíticos el sol se refleja en las blancas flores del jaguarzo. Iremos bajando hacia el río hasta cruzarlo en el paraje de las Azuelas donde nos daremos un respiro.


Luego nos adentraremos en el cañón de Los Cahorros. Disfrutaremos de los espectaculares tajos verticales, los angostos pasos de piedra, la riqueza ecológica del entorno, de la Cueva de las Palomas y del caudaloso río. Dado que no existe casi desnivel en la mayor parte del recorrido, las dificultades no son grandes.


Sin embargo, hay momentos en los cuales el trayecto se vuelve un poco más complicado; de vez en cuando hay unas anillas en las paredes donde nos sujetaremos para hacer frente a lo estrecho del sendero. Tendremos que ir a gatas o arrastrar el trasero.


Llegamos hasta los Cahorros Bajos realizando el resto del trayecto junto al río. En sus márgenes abunda la cola de caballo. Pasamos la Central Eléctrica del Tranvía y continuamos por el precioso y umbrío camino del río hasta el pueblo.

Un beso muy fuerte para nuestra amiga Cristina. Eres una valiente.

No hay comentarios: