La redacción es diferente pero la esencia del cuento es la misma. Una historia sencilla de la cual, si nos perdemos entre lineas, podemos extraer muchos flecos para trabajar con niños y jóvenes.
Los dibujos los realizó, también en el siglo pasado, Concha López, alma del Cortijo del Pino con la que iniciamos este proyecto empresarial. Queremos mandarle un abrazo a ella y a su familia. Y recordar con cariño a su padre y a nuestro amigo Luis.
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