sábado, 13 de mayo de 2023

Casa de Porras en el Cebollón.

Hoy con el grupo de senderismo de Casa de Porras estuvimos en la Sierra de la Almijara, en el valle del río Cebollón. La mañana era ideal para caminar por estos parajes; las nubes nos han dado un alivio de la insistencia solar habitual. 

El río Cebollón nace de la unión de las aguas aportadas por los barrancos de la Culebra y de las Alfajas (Monticana). Su nacimiento está en la cascada bajo el puente de la Monticana. 

Desde aquí discurre durante unos 10 km en dirección noroeste hasta cerca de La Resinera donde se une al vecino río Algar para acabar ambos tributando sus aguas al río Cacín y terminar en el cercano pantano de los Bermejales.

Comenzamos en la La Resinera de Fornes (Arenas del Rey, en la cola del Pantano de Bermejales). Un senderista muy simpático de cuatro patas decide acompañarnos toda la ruta. 

Pronto cruzamos el puente sobre el río Cacín y nos adentramos en un fresco paraje.  En un primer cruce tomamos izquierda, siguiendo el GR7 de Jayena y abandonando el cauce del Cacín para adentrarnos por un camino que circula entre las aguas del Cebollón y unas altas cárcavas calcáreas. Pasamos junto a una antigua calera. 

Tomamos un atajo para ahorrarnos una curva de la pista forestal y alcanzamos otro cruce donde hay un cartel informativo sobre la actividad de los resineros. 

La Resinera de Fornes estuvo en funcionamiento desde 1902 hasta 1976. Se dedicaba a la extracción de resina y madera de los montes de la Sierra de la Almijara. 

De la resina se obtenía la trementina que, posteriormente, se transformaba en aguarrás y colofonia, que son empleados en diversos procesos industriales, entre ellos la fabricación de barnices, pinturas, disolventes, insecticidas, jabón, aceites industriales, papel, aislantes eléctricos, etc. La fábrica tenía también un aserradero propio para el aprovechamiento de la madera.

Los resineros formaron una colonia muy numerosa, más de 300 personas; sus viviendas, la capilla y el colegio en mitad de los bosques de pinos. Se instaló incluso un cuartel de la Guardia Civil, en la actualidad en ruinas. Hasta el inicio de la Guerra Civil los resineros vivían en el monte, en chozas. La escuela y la capilla se han transformado en el Centro de Información. 

Un acontecimiento vital en el fin de la industria resinera en Fornes fue el incendio de la Sierra de la Almijara en 1975, que arrasó 1.2000 hectáreas de pinar entre las provincias de Granada y Málaga. 

En este punto abandonamos el camino principal y tomamos un sendero que por la derecha en suave descenso y tras cruzar una barrera, nos acerca al lecho del Cebollón por los conocidos Prados de Tito. Un poco más adelante aparece la Fuente del Berro. 

Seguimos avanzando hasta que llegamos al lecho del río tras dejar a la izquierda una cruz en honor a algún trabajador de la madera muerto en el monte y un aprisco abandonado.

A partir de aquí iremos ascendiendo por los caminos que discurren paralelamente al río. Es una vereda preciosa con subidas y bajadas donde se funde el bosque mediterráneo con el de galería, donde se encuentran las aromáticas hijas del sol y los helechos del reino del agua. 

El paisaje es impresionante. En los laterales las laderas calizas por las que trepan los pinares y entorno al amarillento lecho del río, un tupido bosque de galería. 

Tras recorrer unos 7 kilómetros nos detenemos junto al río para reponer fuerzas. Y luego, algunos senderistas intrépidos recorren un tramo del río caminando por sus refrescantes aguas. Las arañas tejen sus telas entre los juncos de ambas márgenes. Es un modo de buscar otras sensaciones ligadas a nuestra vocación por andurrear. 

El regreso lo hacemos por las mismas veredas y cuando vamos finalizando el recorrido junto al río, nos detenemos en la presa para refrescarnos.  

Trazamos así un sendero lineal de unos 17 kilómetros y 360 metros de desnivel acumulado. Su belleza es mucho más difícil de cuantificar.  


No hay comentarios: