Con el Club de Senderismo de Afamer de Otura estuvimos el pasado domingo en la Sierra de Huétor. Desde Puerto Lobo hicimos la ruta de la Cruz de Víznar. 
La subida por la Umbría fue preciosa, con nieve recién caída que pintaba de blanco la vegetación mediterránea, se balanceaba en las ramas de los pinsapos y esculpía cristales imposibles de una delicadeza infinita. En la vaguada donde se cruzan los caminos de este cerro nos esperaba un sol que se afanaba en calentarnos. 
Desde allí caminamos hasta el observatorio para la detección de incendios, un mirador alucinante de los tres miles de Sierra Nevada. Y como no podía ser de otro modo, hicimos la cabra montesa hasta conseguir tocar la cruz de metal que da nombre a este sendero.
Finalmente, nos dejamos caer por la solana dolomítica hasta el Centro de Interpretación.
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