jueves, 5 de diciembre de 2013

Desde el Padul, Feliz Navidad


 
 
Hemos despedido el año dando un tranquilo y agradable paseo por las lagunas del Padul. Aprovechamos un sol que echaremos de menos en el invierno.

Realizamos un itinerario por un terreno parcialmente labrado, salpicado de pequeñas lagunas y manantiales que vierten sus aguas a unos canales de drenaje denominados localmente “madres”. El carrizal define una clara frontera con los cultivos donde alcachofas, escarolas y grandes coles destacan en su lienzo de tierra oscura.
La importancia de este lugar es grande, al ser el único humedal natural de la provincia de Granada, el cual es utilizado por numerosas aves acuáticas como descansadero en sus migraciones o como lugar de invernada. En cuanto a la flora, nos encontramos con la mayor extensión de carrizal de la provincia. Por sus valores ecológicos, científicos y paisajísticos, figura como zona protegida en su máximo grado dentro del Parque Nacional de Sierra Nevada. Además, cuenta con una peculiar turbera, la más meridional de Europa, en la que suelen aparecer con relativa frecuencia huesos de mamut.

Comenzmos a caminar desde el centro de Padul; sus calles nos recuerdan que es lugar de pastores y de molinos harineros. Algunos senderistas deciden meterse de ocupas en un chozo de piedra. 


Pasamos por la alberca Palmones de cristalinas aguas recién paridas por el manantial. Vienen de las entrañas del Cerro del Manar. Pasamos por la laguna del Ojo Oscuro, con cuidado de no terminar en Motril, y nos encaminamos hacia la laguna del Aguadero. Sobre el cristal de la laguna que clona al cielo, se desplazan fochas, cercetas, ánades reales y cormoranes. 
Posteriormente atravesaremos la vega del Padul en dirección a la Fuente del Mal Nombre. Se os cruza alguna gallineta común y el vuelo pausado de la garza real se cruza en nuestro horizonte.  En este curioso lugar que espanta a los sacerdotes, junto la ladera del Cerro de los Molinos, visitamos las huellas del camino ibero-romano.
Finalmente nos encaminaremos hacia el pueblo del Padul cruzando nuestros pasos con los de un pastor y sus ovejas.


Y como hay mucha Navidad por delante damos dos opciones: carne o pescado.

Carne: conejo en salsa de almendras de Regina.
Se trocea el conejo y se sazona con sal y pimienta molida. En una sartén se pone aceite a calentar y elaboramos un sofrito con ajos, cebolla, un pimiento de cornicabra y almendras. una vez echo se pasa por la batidora. Por otro lado, en otra sartén se marea la carne de conejo. Cuando está doradita se le agrega el sofrito y un vaso de vino. Se le da unas vueltas y añadimos, al gusto, un poquito de tomillo.

Pescado: pescadilla con tortilla de cebolla de Loli
Tenemos una par de pescadas limpias y abiertas a las que hemos quitado la raspa central. En la bandeja del horno, sobre un lecho de mahonesa, colocamos las pescadas. Hacemos una tortilla de cebolla y la metemos dentro de cada pescada. Las cerramos y las pintamos con un poco de mahonesa. Lo ponemos en el horno caliente y después de unos diez minutos está listo ara comer. 

Feliz Navidad a todos los senderistas que convierten la mañana de los miercoles un momento muy grato. Y no me comais demasiado ...
  

1 comentario:

Loli Rus dijo...

César, qué bonito el texto explicativo del pasado sendero.Hay trozos tan poéticos q. parecen poesía en prosa!!!
Tambien te deseo una Navidad muy feliz y q.en 2014 se cumplan todos tus anhelos.
Ah, y que venga lleno de salud y energía para q. podamos seguir con el senderismo...jejeje.
Un abrazo Loli Rus