miércoles, 12 de febrero de 2014

El Barranco de Alcaza.

Esta ruta nos conducirá a la Atalaya de Conchar, una torre de vigilancia del Valle de Lecrin de la época nazarí situada a unos 800 m de altitud.  Nos adentramos en la cabecera del Valle donde disfrutaremos del rumor del agua y de un paisaje donde se funden elementos naturales y agrícolas. Antiguas veredas bordeadas por chumberas y granados; estrechos senderos guardados por las zarzas deseosas de arrebatarnos los gorros; bosques de ribera y cañaverales que desean ser cueva; almendros y romeros en flor. Viñedos desnudos y tiernas collejas.

Partimos del Restaurante El Zahor, situado entre Marchena y Durcal. Desde allí caminamos por la vereda de la Vega, dejando a la izquierda el valle del río Durcal, hasta llegar a Cozvijar. Desde Plaza Nueva bajamos por la calle Real Alta y Real Baja pasando por la parroquia de San Juan Bautista, a la que está adosa Casa Grande, que fue mansión de los Condes de Villamena. 

Nos detenemos ante las Cuevas del Arroyo de la Laguna donde se han encontrado restos neolíticos humanos y diversas muestras de la industria lítica. Tras asomarnos al molino que da la bienvenida al Arroyo de la Laguna nos dirigimos a la antigua central hidroeléctrica de Cozvijar que aprovechaba las caudalosas aguas de este arroyo, procedente de la vega del Padul (por aquí se dio salida a la desecación de la Laguna de Padul  en 1779)

Atravesamos el arroyo por un puente y tomamos una bonita senda, el antiguo camino de las Albuñuelas, que nos conduce hasta el barranco del Arroyo de la Alcaza. Lo seguimos hasta cruzarlo en las faldas del Cerro de la Atalaya. Tras caminar entre almendros a punto de regalarnos sus flores, nos detenemos junto a unos pinos. Una senderista que fue maestra (tengo el privilegio de caminar junto a muchas maestras y maestros) lanza un bonito dicho: "Como el almendro florido has de ser en los rigores:cuando más aprieta el frío nos devuelve una lluvia de flores"

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Con paso decidido pero nada desbocado subimos hasta la atalaya. De época nazaría era la encargada de comunicar visualmente el castillo de Dúrcal con la vecina torre del Marchal, también conocida como atalaya de Saleres.


Regresamos por la rambla pasando bajo la acequia de la Alcaza, junto a viejas mimbreras de troncos vencidos. Y tras retomar las huellas de la ida, retornamos a Cozvijar.

 
Hoy la receta es un delicioso postre fácil de elaborar: la tarta de queso. Ponemos 3/4 de leche e hervir. El resto hasta el litro lo ponemos en el vaso de la batidora y añadimos: 4 huevos, 1 caja de quesitos, 1/4 de requesón, 2 sobres de cuajada y 4 cucharadas de azúcar. Lo batimos todo y lo añadimos a la leche hirviendo. Damos vueltas sin parar y cuando rompe a hervir de nuevo lo retiramos del fuego. Preparamos una fuente con caramelo en el fondo y vertemos la mezcla. Disponemos luego unos bizcochos finitos. Dejamos enfriar en la nevera y volteamos la fuente para sacar la tarta de queso.





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