miércoles, 24 de noviembre de 2021

Las Torres de Dudar

Nos adentramos en el valle del Darro para desviarnos hacia el del Aguas Blancas en dirección a Dudar. Pasamos por cinco lugares subrayados en la agenda del senderista: El Llano de la Perdiz, Los Arquillos, Los Cortijos de Belén, La Ermita del Almez y las Torres del Canal de los franceses.

Desde el Campo del Príncipe subiremos por la Cuesta del Realejo hasta el final del Callejón Niño del Rollo, en el Alhambra Palace y desde allí a las proximidades del cementerio de San José. Así pues, de un camposanto a otro. Y es que el Campo de Príncipe se sitúa sobre el antiguo cementerio musulmán. 

La plaza se construyó en 1497 para celebrar la boda de Juan el hijo de Isabel y Fernando después de casarse en Cantabria. Un foco de atracción del Campo de Príncipe es la estatua en jaspe y alabastro de Cristo de los Favores. La pagaron los residentes del Realejo Alto y se instaló en 1640. Sobre este cristo se cuentan diferentes milagros, mitos y leyendas, desde salvar a pías doncellas de desalmados caballeros, a proteger a los lugareños de la peste bubónica que asoló la provincia de Granada a mediados del siglo XVII.

Nos acercamos a la Silla del Moro y por la pista en suave ascenso llegamos al Llano de la Perdiz pasando por el Aljibe de la Lluvia y el emblemático Reloj de Sol. 

Desde aquí caminamos hasta los Arquillos, un antiguo acueducto que conducía el agua del río Aguas Blancas a la vertiente del Genil en un intento de aliviar la fiebre del oro granadina. La bajada hasta este cruce de caminos es muy bonita, rodeados de encinas y quejigos.

Nos dirigimos ahora hacia Dudar. Al pasar una curva en ascenso, tomamos una pista a nuestra izquierda. Después de superar varias barranqueras y de sublevarnos ante un ridículo prohibido el paso (no se le pueden poner puertas al campo) llegamos a un cortijo con más de cien años, el Cortijo de Belén (1882). Es genial poder reflejarnos en los charcos, que ya los echábamos de menos. 

Toda esta zona está poblada por numerosas encinas y almeces. Seguimos nuestro camino hasta la Ermita del Almecí. Cada año, el día de Todos los Santos,  se celebra la Romería del Santo Belloto. La denominación hace sin duda referencia a las grandes encinas de dulces bellotas que hay en estos parajes. 

Proseguimos hasta desembocar por otra cancela en el carril de Dudar, tomándolo a nuestra izquierda  para iniciar el camino de bajada hacia este pueblo. Pasaremos junto a uno de los restos más espectaculares que quedan en pie del famoso Canal de los Franceses, las llamadas Torres, once pilares de mampostería donde se apoyaba el canal. 

El Canal de los Franceses fue una ingeniosa estructura que se gestó durante los años de la “fiebre del oro”, y sirvió para llevar agua desde el río Aguas Blancas hasta las explotaciones mineras del Cerro del Sol.

El trazado de este canal fue proyectado a finales del siglo XIX por Edmond Guillemin-Tarayre. Tenía una longitud de casi 14 kilómetros, de los cuales unos 10 transcurrían a través de túneles, sifones y vasos comunicantes, y el resto en superficie.

Podemos dividir su recorrido en: 

El Canal de los Franceses captaba sus aguas a 920 m de altitud, en la confluencia de los ríos Aguas Blancas y Padules. A través de un túnel de más de dos mil metros, el agua era conducida hasta el Barranco de Dúdar o de Fiñana.

Para salvar este barranco se construyó un gran sifón, que desembocaba en el Acueducto de los Franceses o Puente de la Línea. Se encuentra junto al cementerio de Dudar. 

El agua continuaba por un túnel que finalizaba en un canal semicircular abierto que se apoyaba sobre los pilares de mampostería que hemos visto. La canalización proseguía por la Loma de los Agujeros, donde el agua atravesaba hasta once túneles antes de salir a la vertiente del Genil en el Collado de los Arquillos. Más adelante se bifurcaba y surtía a las dos vertientes del Cerro del Sol.

La bajada hasta el pueblo tiene tramos bastante pendientes pero por una pista con buen firme. Podemos contemplar junto al cementerio de la localidad el Acueducto de los Franceses o Puente en Línea. Se accede a el por la Calle Horno y está en un precioso rincón a unos cinco minutos de la plaza del pueblo. Terminamos en el bar "El Trebol" a la entrada de Dudar. 

Regresamos en bus desde Dudar después de que 35 senderistas caminen cerca de 16 kilómetros. 

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