miércoles, 7 de diciembre de 2022

La Ermita del Almez y Las Torres.

Esta mañana soleada, en un paréntesis entre días lluviosos y con la sierra blanca, disfrutamos de una bonita ruta lineal desde Granada a la localidad de Dudar. Damos la bienvenida a dos senderistas nuevos: Ana y Joaquín. 

Iniciamos el paseo en Plaza Nueva, caminando hacia el cementerio de San José por el Bosque de la Alhambra. Tomamos el "camino primitivo", marcado como vereda del Barranco del Abogado, dejando a la izquierda la colina donde reposan las ruinas del Palacio de Dar al Arusa. Entre olivos llegamos al inicio de la Vereda de los Franceses.

Subiremos al Llano de la Perdiz por la solana, en un tranquilo ascenso con vistas a Sierra Nevada y a una Vega cubierta por un lecho de nubes bajas y algodonosas. 

Alcanzamos el mirador del Cerro del Sol, junto a su emblemática piedra. Rodeamos el llano y pasamos de la ladera que mira al Genil a la que cae hacia el Darro. 

Cruzamos la cancela y descendemos hasta el Cerro de los Arquillos, donde encontramos un antiguo acueducto que conducía el agua del río Aguas Blancas a la vertientes del Genil y del Darro en un intento de aliviar la fiebre del oro granadina. 

Al pasar una curva en ascenso, tomamos una pista a nuestra izquierda. Después de pasar varias barranqueras atravesando una bonita masa forestal mediterránea, llegamos a un cortijo con más de cien años, el Cortijo de Belén (1882). 

Toda esta zona está poblada por numerosas encinas y almeces. Seguimos nuestro camino hasta la Ermita del Almecí o del Santo Belloto. Cada año, el día de Todos los Santos,  se celebra aquí una romería. 

Proseguimos hasta desembocar por otra cancela en el carril de Dudar, tomándolo a nuestra izquierda  para iniciar el camino de bajada hacia este pueblo, dejando a la derecha la Loma de los Agujeros. 

Pasaremos junto a uno de los restos más espectaculares que quedan en pie del famoso Canal de los Franceses, las Torres, once pilares de mampostería de 3×3 metros de base y separados entre sí 10 metros, donde reposaba el canal.

El Canal de los Franceses fue una ingeniosa estructura que se puso en marcha durante los años de la "fiebre del oro", y sirvió para llevar agua desde el río Aguas Blancas hasta las explotaciones mineras del Cerro del Sol. Se proyectó a finales del siglo XIX, cuando la concesión de las minas recayó sobre la  "Sociedad Anónima de los Terrenos auríferos de España", tras ser adquirida por Adolphe Goupil en 1880.

El trazado del Canal de los Franceses fue proyectado por  Edmond Guillemin-Tarayre. Tenía una longitud de casi 14 kilómetros, de los cuales unos 10  trascurrían a través de túneles, sifones y vasos comunicantes, y el resto en superficie. Captaba sus aguas a 920 metros sobre el nivel del mar, en la confluencia de los ríos Aguas Blancas y Padules.

La bajada hasta el pueblo tiene tramos bastante pendientes pero por una pista con buen firme. En el barranco de Dudar o de Fiñana podemos ver el Puente en Linea por donde el canal salvaba, a través de este acueducto y un sifón, el desnivel del terreno. 

Una bonita ruta de 15 kilómetros y 500 metros de desnivel acumulado. 

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