miércoles, 21 de febrero de 2018

De Fuente Grande al Sacromonte.

La ruta de hoy huele a primavera. Lo anuncian los almendros en flor, las mimosas y el abrigo de los rayos del sol. Seguimos las lagrimas de la acequia Aynadamar desde el ojo de agua en el que nace hasta el Fargue. Nuestros destinos ahí se separan; la acequia, ya solo un recuerdo, trazaría su curso hasta el Aljibe del Paso en el Albaicín y nosotros trazamos hacia el barrio vecino del Sacromonte.


El recorrido comienza en Fuente Grande, en Alfacar tierra de agua y pan. Esta acequia fue mandada construir por el emir zirí Abd-Allah para conducir el agua desde Fuente Grande hasta la capital de Granada. En su recorrido, la acequia pasa por el pueblo de Viznar y el Fargue hasta llegar al Albaicín.


Caminamos desde Fuente Grande hasta Viznar desviándonos de vez en cuando de la carretera para aproximarnos a la acequia Aynadamar. Dejamos atrás el Barranco de Viznar y nos aproximamos al de Juan Torres donde la acequia toma un atrevido atajo; a continuación prosigue entre bancales. Nosotros caminamos por el llamado Cordel de Fuente Grande. Pasamos por el enclave de la Colonia. Podemos ver las ruinas de “Los Pozos” donde pasaban la noche los presos que iban a ser fusilados al día siguiente por la barbarie de la Guerra Civil.


Al llegar a Viznar pasamos por el Palacio episcopal de Cuzco. Este nombre se lo debemos, al arzobispo peruano, Juan Manuel Moscoso y Peralta, que estuvo en Granada desde finales del XVIII hasta su muerte en 1811.



Llegamos al Ayuntamiento y tomamos la calle de la Alhambra. Bordeamos el Barranco del Toril por el camino del Molino del Pino. Una vez cruzado el río Beiro nos encontramos con los restos de ese antiguo molino que se servía de la acequia de Aynadamar, aprovechando el salto de agua formado por el desnivel del terreno.


Vamos caminando por el Camino Real de Viznar. Por lo general la pista es siempre en descenso, con la acequia a la derecha. Olivos y almendros. Descansamos y cantamos unas coplas en un cortijillo custodiado por un gato y dos grandes laureles que beben de la acequia Aynadamar.


Al llegar al Fargue nos topamos con el Camino de la Barrera. Lo seguimos atravesando el pueblo por el Barrio Alto hasta la barriada de Los Remedios. A la derecha dejamos Santa Bárbara y a la izquierda La Ermita en el Barrio del Pilar. 



Tomamos el camino que une el Fargue con la Abadía del Sacromonte. Pronto, cuando la pista corta el Barranco del Sacromonte, nos desviamos a la derecha por una bonita vereda que huele a pino, que nos conducirá al Camino del Sacromonte a través del Barranco de Valparaiso.

Ya solo resta seguirlo hasta Granada.

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