viernes, 2 de febrero de 2018

Energía en el círculo de confort.

En dos institutos de Santa Fe y Churriana de la Vega hemos realizado una charla denominada "Energía limpia para todos". A través de una serie de preguntas, aparentemente sin sentido, abordamos la problemática de la energía. Pretendemos que en sus cabezas se enciendan bombillas, a ser posible de bajo consumo, que alumbren un cambio de hábitos.

Pero no solo se trata de tener más cuidado con no dejar luces encendidas o con el fomento de los transportes públicos. Queremos llegar más lejos, cuestionando el modelo actual energético basado en los combustibles fósiles y criticando una sociedad donde la pobreza energética es una realidad, donde la palabra hogar pierde su sentido primero: lugar donde se enciende el fuego.



Y lo hacemos con la tranquilidad de encontrarnos en nuestro círculo de confort, una clase llena de adolescentes. Por que para desarrollar nuestro oficio de comunicadores una clase llena de chicos y chicas es un entorno en el que debemos sentir confianza y comodidad. De otra manera no seremos capaces de transmitir lo deseado, de hablar con la voz y con las manos, todo sonará falso y atrancado, nadie se creerá nuestra teatralización.


Si ese es nuestro territorio, les devolveremos la atención prestada con intereses; no solo alcanzaremos sus cabezas, si no que llegaremos al corazón y las tripas. Al final de la charla el comunicador debe sentirse vacío, como si fuera el responsable de un potente hechizo. Es el hueco que queda al dar con sinceridad lo que uno lleva dentro, una alberca que se rellena de agua nueva, esa que brota de la satisfacción de haber puesto el alma en lo realizado.
   

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