miércoles, 15 de enero de 2020

Ruta 13. El Torreón del Albolote.



En esta ocasión nos acercamos a la Sierra de Atarfe, antesala de la sorprendente Sierra Elvira. Subimos al Torreón de Albolote y a la Ermita de los Tres Juanes. Es una ruta con inmejorables vistas de la Vega y las montañas que la circundan.


La mañana es fría y pinta de hielo las pistas por las que caminamos. A medida que movemos las piernas vamos purgando nuestros excesos navideños...

Partimos desde el cementerio de Albolote.  Caminamos por el Camino de las Cruces hasta llegar a su intersección con el Camino de Albarrate en la base del Cerro del Torreón. Desde allí cogemos una vereda estrecha que hace frontera entre los olivos y la combinación mediterránea de pinos y encinas de la sierra.


Al principio el desnivel es pequeño pero, cuando nos adentramos en la umbría de las coníferas, la pendiente pesa en las piernas.  Llegamos a la Placeta de la Reina, donde, tras tomar un respiro, echamos a caminar por el carril que conduce al Torreón.


Sabemos que nos acercamos a este área recreativa por que nos encontramos por todas partes papel higiénico y otras marranadas. No tenemos solución.


Rodeados de coscojas, encinas, aulagas y romeros, seguimos ascendiendo. Hacemos una parada en un precioso mirador hacia el Pantano de Cubillas y las sierras fronteras. Al llegar a un pinar giramos a la izquierda para dirigirnos al Torreón árabe del siglo XIV.


Desde allí las vistas son sensacionales y nos paramos para tomarnos nuestro refrigerio. Esta atalaya servía para comunicar a toda la Vega, incluida la propia ciudad de Granada, los movimientos de tropas desde los pasos fronterizos. Era un punto de referencia general para muchas fortificaciones granadinas.

Bajamos por el Collado de los Pinos hasta llegar a una cantera de calizas junto al Tajo Colorao. Ya solo resta subir hasta la Ermita de los Tres Juanes.


La bajada hasta Atarfe la hacemos por la carretera poniendo a prueba nuestros meniscos y rotulas.


Pido disculpas por que,  como habréis observado, una mosca que estaba posada en uno de los papeles que anunciaban la proximidad del área recreativa se ha metido en el vídeo. Espero que algún día nuestros incívicos actos dejen de ser esa mosca pesada que hace desaparecer la belleza de la naturaleza que nos rodea.

40 senderistas, 10 kilómetros, 164 km acumulados. 

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