Es una ruta circular por la Sierra de Atarfe, prima hermana de Sierra Elvira. Subimos al Torreón de Albolote, nos acercamos a La Moleona y pasamos entre el Tajo Colorao y a la Ermita de los Tres Juanes.
Estos montes están formada por dos macizos diferenciados, Sierra Elvira que es el principal núcleo y la Sierra de Atarfe, algo desprendida de ella en dirección sureste y unida a la anterior por el Collado de los Pinos. Ambos forman una isla en mitad de la depresión de la Vega, lo que le proporciona valores paisajísticos y de flora y fauna de gran interés.
Es pequeña en extensión y altitud (altura máxima unos 1100 m, el Morrón de Enmedio), pero esconde muchos tesoros: su paisaje, el bosque mediterráneo, sus rocas calizas, los fósiles marinos y los animales endémicos, exclusivos de estas sierras. Su población de mariposas es impresionante y sólo aquí nos encontramos con un caracol adaptado a vivir en las grietas de las rocas, el Iberus gualtierianus, la almeja o chapa de Sierra Elvira.
Partimos desde la última parada del Metro desde la que nos dirigimos al cementerio de Albolote por la calle Granada que, en la Plaza de España se convierte en calle Real. En dicha plaza encontramos la Parroquia de la Encarnación y una estatua en honor a Lucilo Carvajal Hijo Predilecto de esta localidad. En la próxima Plaza de los Naranjos otra estatua, esta vez del cohetero de Albolote de quien nos dicen que su genio superaba con mucho su tamaño.
Llegamos al cementerio para continuar por el Camino de las Cruces hasta llegar a su intersección con el Camino de Albarrate en la base del Cerro del Torreón. Desde allí cogemos una vereda estrecha que hace frontera entre el olivar y el bosque mediterráneo.
Al principio el desnivel es pequeño, pero cuando nos adentramos entre los pinos la pendiente pesa en las piernas. Llegamos a la Placeta de la Reina o Merendero del Torreón, donde, tras tomar un respiro, seguimos caminando.
Llegamos, tras contemplar unas bonitas vistas del Embalse de Cubillas y de los tres morrones de Sierra Elvira, al Torreón de Albolote donde merendamos.
Esta atalaya árabe del siglo XIV servía para comunicar a toda la Vega de Granada, incluida la propia ciudad de Granada, los movimientos de tropas desde los pasos fronterizos. Era un punto de referencia general para muchas fortificaciones granadinas. En la cara norte del Cerro de la Atalaya existía el poblado árabe de Xaufí, donde se encontraba la guardia del torreón.
Por unas bonitas veredas retornamos hasta el cruce que tomamos ahora dirección al Área Recreativa La Moleona. Si desde allí comenzásemos a bajar hacia Atarfe nos encontraríamos con la zona arqueológica de medina Elvira. Tras la llegada de los visigodos creció una ciudad de gran importancia en las faldas de Sierra Elvira, Castilia – Medina Elvira, que se convierte en el núcleo de población más importante. Y seguirá siendo así durante los dos primeros siglos de dominación musulmana (siglos VIII y IX). Allí convivían los mozárabes cristianos, en el núcleo de Castilia y la población musulmana de Medina Elvira.
Regresamos a media ladera siempre protegidos por los pinos hacia la Ermita de los Tres Juanes. Pasamos entre el Tajo Colorao y el Cerro del castillejo donde se enclava la Ermita a mas de 860 metros de altitud.
Se empezó a construir en 1942, como una promesa hecha por el vecino atarfeño Juan de Dios Sánchez. Su idea era dedicarla a San Juan Evangelista, San Juan Bautista y San Juan de Dios, aunque nunca sirvió al culto católico. Probablemente por que no pensó en San Juan Puertas. Tanto la ermita como su entorno fue rehabilitada en 1990, bajo el nombre de Parque de la Naturaleza Sierra Elvira, albergando un pequeño museo de Ciencias Naturales y un jardín botánico.
Tras pasar por la cantera llamada Cueva de Cogollitos, ya solo resta caminar hacia Albolote rodeando el tajo Colorao y el Cerro del Torreón. La vereda es muy bonita y desemboca en el Camino de Abrantes.
Bonita ruta de unos 16 kilómetros y 350 m de desnivel acumulado.
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