domingo, 17 de febrero de 2013

En la fuente del Mal Nombre.

Con el grupo de senderistas de Otura estuvimos este domingo dando un paseo por El Padul. 

Iniciamos la ruta en esta localidad, donde hicimos una foto de grupo frente a una antigua choza de pastores. Desde allí caminamos hasta la Alberca Palmones, el Ojo Oscuro y la laguna del Aguadero.

Camuflados en los observatorios de aves pudimos seguir las evoluciones de ánades reales, fochas comunes, cormoranes, garzas, cercetas y pollas de agua (perdón, gallinetas comunes).
Y siguiendo los pasos de los matutes que habitaron estos parajes, atravesamos la vega para llegar a la Turbera Agia, donde los negros montones de turba contrastaban con la blancura de la sierra. 

 Y siguiendo el trazado de las madres, sorprendidos por el tamaño de las coles que crecen en esta fertil tierra, llegamos al Río Viejo y a la Fuente del Mál Nombre. Recordamos la cara de espanto de aquel sacerdote que, tras aliviar su sed en esta fuente, preguntó a una lavandera el nombre de aquel manantial. Entre risas le dijo: "Aquí la conocemos como la fuente del coño, señor cura". Y aquel hombre, con la sotana al viento y tapándole las orejas al burro que le acompañaba, se marchó relatando "¡Que mal nombre, que mal nombre!"

Siguiendo el camino de los molinos y tras buscar las huellas de los carros del camino íbero-romano, llegamos de nuevo la pueblo del Padul.

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