lunes, 14 de octubre de 2019

Motivando con trocitos de verdad.


Este debe ser el comienzo de cualquier itinerario de interpretación ambiental, con independencia de la edad a la que vaya dirigido. Una actividad previa en la que se dan unas pautas organizativas, se establece el marco de conocimientos básicos en el que se situará el recorrido interpretativo y se trabaja la motivación.


Aunque cuando se trata de educación infantil, como es el caso, la motivación ya viene servida con que les digas que van a vivir una aventura en la montaña, en el bosque.

Hoy estuvimos en el C. Santa María del Llano trabajando con niños y niñas de cuatro y cinco años. Dentro de tres días los llevamos a la Sierra de Huetor; hoy tocaba contar cuatro cosillas, escuchar cien y motivar a un público que, si algo le sobraba, era la motivación.


Las plantas, los animales, los oficios de los habitantes de la sierra y un cuento. Este último comienza con una sorpresa: en el cesto de mimbre que contiene los pergaminos que narran las historia, se esconde un pequeño conejo negro.

Todos y todas flipando. "¿Es de verdad, es de verdad?" gritaban sin quitarle los ojos de encima. Y de repente, uno, con los ojos muy abiertos dice riendo:  "¡Profe, es de verdad!.. se está haciendo pipi".


Efectivamente, es de verdad.

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