miércoles, 23 de noviembre de 2022

La Silleta del Padul y Piedra Ventana.

Hoy hemos caminado por los montes y valles de Dilar, disfrutando de estos paisajes labrados por la paciencia y el agua, por entornos que verdean merced al milagro de la lluvia.

Subir a la Silleta es un reto que todo senderista granadino debe pretender, un lugar emblemático al que ascienden las nubes bajas para dejar la Vega de Granada y buscar los humedales del Padul y la cabecera del Valle de Lecrín. 

La ruta asciende desde los 945 metros de Ermita Nueva hasta los casi 1.500 de la Silleta de Padul, lo que permite cruzar distintos paisajes de baja y media montaña y admirar la impresionante formación rocosa Piedra Ventana. Y en esta ocasión se la dedicamos al amigo Luis que ha coronado la ruta con su eterna sonrisa. 

Partimos del pueblo de Dílar, localidad serrana enclavada entre la ribera del Dílar, los Alayos y las montañas del Manar. Pasamos junto a la iglesia de la Inmaculada Concepción, la Casa de Pilatos y el callejón del Duende. 

Y nos alejamos del centro hasta llegar por la Calle Emilio Muñoz a Ermita Nueva, que se encuentra en lo alto del pueblo junto al parque del mismo nombre. Está dedicada a la Virgen de las Nieves y data de 1796. Al encontrarse en lo alto del pueblo el paisaje del entorno es precioso, pudiendo ver la Boca de la Pescá, el Trevenque, el Cerro de Huenes y el Picacho Alto. 

Iniciamos la ruta en dirección sur desde la espalda de la ermita por una pista que asciende suavemente entre almendros y olivos. A kilómetro y medio se llega a una balsa de riego, hoy un espejo agitado por una leve brisa donde se asoma el cielo y las montañas. 

Nos internarnos por una vereda que traza una línea sinuosa por el Barranco del Zorro. En constante ascenso nos conduce al collado de los Cabreros. 

Antes de alcanzar el primer alto, un grupo se desvía a la izquierda por unas bonitas veredas buscando Ermita Vieja. 


Los demás alcanzan el collado desde el que contemplamos la Silleta entre nieblas intermitentes. Atravesamos unos campos arados y seguimos por una pendiente vereda hasta llegar a un repecho final que nos conduce hasta el Cerro de la Silleta. 

Algunos senderistas trepan hasta el punto geodésico que marca el punto más alto de la Sierra del Manar. El viento aprovecha este paso natural entre valles para juguetear con nuestros cabellos.

Cambiamos de ladera, contemplando ahora la vega del Padul. Nos dirigimos hacia Piedra Ventana y en el cruce nos detenemos a almorzar. A unos 300 metros se encuentra ese capricho de la naturaleza, una gran roca caliza horadada que enmarca el paisaje.  

Continuamos la marcha caminando ahora hacia el este a lo largo de la Sierra del Manar, llegando al puerto de Mala Mujer. 

Cruzamos un cortafuegos y caminamos ahora por un cómodo carril forestal en dirección a Ermita Vieja donde nos encontramos con el otro grupo. 

Descendemos en dirección noreste por un camino pedregoso con una cierta pendiente que nos conduce hasta una amplia rambla. La bajamos un tramo para desviarnos por un carril a la izquierda. 

Realizamos un último esfuerzo para subir a las inmediaciones del cerro de Poca Leña. Desde allí bajamos por un pinar hasta llegar a un camino entre olivos que seguimos hasta llegar al punto de partida. 

Finalizamos así esta maravillosa ruta bajo un cielo brumoso; 16 kilómetros y 750 metros de desnivel acumulado. Enhorabuena; sois mis heroes y heroinas. 

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