En esta ocasión ganamos unos metros al cemento y al suelo sin propósitos en el CEIP Capitulaciones.
Restauramos un espacio para convertirlo en un huerto escolar donde aprender de dónde venimos y adonde vamos, donde mancharnos las manos de tierra y oler la vida del suelo.
Ahora serán los maestros y maestras los que usarán la huerta como una herramienta didáctica cooperativa donde pueden sembrarse todas las asignaturas del currículo y recogerse divertidos, saludables y sabrosos frutos.
Gracias a Begoña y a el equipo de decentes docentes del centro por su cálida acogida y confianza depositada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario