miércoles, 25 de enero de 2023

La acequia del Toril y Los Coloraos.

Hoy hemos realizado una ruta increíble por el Geoparque de Granada entre desiertos y cascadas. El hielo y las aguas calientes nos han regalado paisajes imposibles. 

Comenzamos a caminar cerca de Guadix, en la confluencia de los ríos Fardes y Gor, donde se encuentra el Balneario de Alicún de las Torres. En la zona emergen varios manantiales de aguas termales, que pudieron ser utilizadas desde tiempos prehistóricos, puesto que en sus inmediaciones se encuentran numerosos restos de dólmenes, pertenecientes al Parque Megalítico de Gorafe. 

Entre todos los manantiales destaca la conocida como Acequia del Toril. Es un acueducto natural único en Europa que se ha formado por la precipitación de caliza travertina y tiene hasta 15 m de altura. El agua corre a unos 35ºC cargada de sales. La recorremos hasta llegar a la impresionante cascada verde de aguas termales.

Con una trazado serpenteante de casi un kilómetro y medio ofrece un paisaje de original belleza.  El muro del acueducto del Toril, por su singular porosidad y humedad constante, se encuentra tapizado por una densa vegetación, entre la que destaca un endemismo de esta zona, el Limonium alicunense, adaptado a la salinidad de este entorno. Se ha creado por la naturaleza sin la ayuda del hombre, en el transcurso de los milenios (al menos tienen 3600 años).

Tras visitar la acequia, donde los chupones de hielo alternan con el vapor que desprende el agua termal, hacemos la vereda de Chirlata para acercarnos a ver unos restos megalíticos. 

Nos acercamos a dos dólmenes, que en bretón significa "mesa grande de piedra"; son construcciones de carácter funerario formadas normalmente por  varias losas hincadas en la tierra en posición vertical y una losa de cubierta apoyada sobre ellas en posición horizontal. El conjunto conforma una cámara y está rodeado un montón de tierra de sujeción, formando una colina artificial o túmulo. 

Desde allí nos vamos a Gorafe, un pequeño pueblo enclavado en un espectacular paisaje desértico de badlands y montañas de singular belleza donde la mayoría de las viviendas son casas cueva y que cuenta con una de las mayores concentraciones de dólmenes prehistóricos de España.

Por la carretera dejamos a la derecha una formación geológica muy interesante, una discordancia angular donde estratos de distintas épocas se superponen con angulaciones diferenciadas. 

En Gorafe echamos a caminar por una vereda en ascenso, llamada Cuesta de Freila, que nos llevará por unas cárcavas preciosas hasta la Casa Rural Cuevas el Torriblanco donde merendamos con unas preciosas vistas hacia el Cerro del Mencal.

Tras descansar, comenzamos a caminar entre almendros para asomarnos a el paraje de Los Coloraos, una zona de las arcillas rojas del desierto de Gorafe que se encuentra perfectamente definido y delimitado por dos grandes ríos: al este el Guadiana Menor y al oeste el río de Gor. En estas áridas tierras hay dos zonas geológicamente muy diferentes: una en la que dominan las arcillas rojas y los grandes cañones y otra en la que el paisaje lo dibujan las arcillas blancas.

Tomamos la ruta del desierto para desviarnos, una vez pasado el Barranco de la Loma de los Pinos, por el camino del Barranco de los Anchurones. Contemplamos el paraje de los Coloraos y regresamos por nuestros pasos. 

Una vez de nuevo al pueblo, nos desplazamos en el bus hasta la ruta de la Hoya del Conquín donde visitamos una serie de dólmenes pertenecientes al Parque Megalítico de Gorafe.  Se trata de la mayor concentración de dólmenes que existen en Europa. La arquitectura de la Prehistoria tiene en Gorafe uno de sus mayores exponentes gracias a los más de 200 megalitos.

La civilización que levantó los megalitos de Gorafe floreció en torno al río hacia el 6.000 a.C. La posterior llegada de pobladores pertenecientes a la cultura de El Argar, 1900 a.C., y de los iberos de la Edad de Hierro (1000 a.C.) supuso una continuidad en la construcción de monumentos funerarios. 

En fin, una magnífica mañana inmersos en naturaleza e historia. Caminamos unos 11 kilómetros con un desnivel acumulado de 400 metros.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Has hecho un gran reportaje, y como siempre magnífica explicación. Muchísimas gracias por tu dedicacion. No hay quien te supere. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Siempre sorprendente, no solamente la ruta, sino el resumen del recorrido y la información aportada. Muchas gracias por el trabajo bien hecho y la profesionalidad. Y también por crear un ambiente distendido y acogedor. Un abrazo