«Lo granadino está dentro de mí. La impronta, lo grabado en mi memoria y en mi espíritu en la infancia, sigue existiendo. No se pierde. Yo, en la extrema vejez en que estoy, me doy cuenta de que mi personalidad está fraguada por las experiencias de mi infancia y adolescencia»
Hoy, con chicos y chicas de 1º de Bachillerato del IES Soto de Rojas, seguimos las huellas de Francisco Ayala por el escenario de su infancia y adolescencia, la Granada de comienzos del siglo XX.
Dejó su impronta en la reciente Gran Vía y los alrededores de la catedral, donde vivían sus padres cuando él nació; el barrio de San Antón, al que se trasladó después su familia; el Albaicín, donde también residieron una temporada… Son algunos de los paisajes que dejó atrás cuando se marchó (primero a la capital y más tarde al exilio), y que no pudo recuperar hasta mucho tiempo después, ya que tardó cuarenta años en volver a pisar su ciudad natal, en 1960.
Ayala es autor de una extensa obra ensayística y literaria. Nuestra ruta comienza en la Fundación Francisco Ayala en el Alcázar del Genil y prosigue por la Escuela Niñas Nobles, el Mercado de San Agustín, la Iglesia San Justo Pastor, la Basílica San Juan de Dios e el Instituto Padre Suárez.
Es una de nuestras rutas literarias.
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