En esta ocasión subiremos al Torreón de Albolote y a la Ermita de los Tres Juanes, ambas ubicaciones situadas en la sierra de Atarfe, junto a Sierra Elvira.
Sierra Elvira es un lugar lleno de sorpresas. A pocos kilómetros de Granada encontramos un bosque mediterráneo diverso, fósiles de organismos marinos que vivieron su historia hace más de 150 millones de años, caracoles y mariposas exclusivos de estas sierras y un laboratorio de geología y geomorfología que cualquier tratado de estas disciplinas envidiarían.
Y también es un espacio natural, como tantos otros, que tiene bien marcadas las heridas del deterioro ambiental causadas por la actividad humana. Y de las cicatrices también debemos aprender.
Partimos desde el cementerio de Albolote. Caminamos por el Camino de las Cruces hasta llegar a su intersección con el Camino de Albarrate en la base del Cerro del Torreón. Desde allí cogemos una vereda estrecha que hace frontera entre el secano y la umbría mediterránea de la sierra donde las aulagas y los romeros están en flor. Al principio el desnivel es pequeño, pero cuando nos adentramos entre los pinos la pendiente pesa en las piernas.
Llegamos a la Placeta de la Reina, donde, tras tomar un respiro, echamos a caminar por el carril que conduce al Torreón. De camino hablamos de la formación geológica de este enclave, del efecto isla y de otras intimidades de esta sierra.
Llegamos al Torreón de Albolote a unos 865 metros de altitud. Desde allí las vistas son sensacionales y nos pararemos para tomarnos nuestro refrigerio. Contemplamos todo el borde montañoso que rodea la depresión de la Vega. Destacan los tres morrones de Sierra Elvira (el Piorno, el Morrón de la Punta y el Morrón de Enmedio o Elvira de 1099 m.), el Pantano de Cubillas y la Sierra de la Yedra.
Nos hemos detenido junto a un torreón árabe del siglo XIV. Esta atalaya servía para comunicar a toda la Vega de Granada, incluida la propia ciudad de Granada, los movimientos de tropas desde los pasos fronterizos. Era un punto de referencia general para muchas fortificaciones granadinas. En la cara norte del Cerro de la Atalaya existía el poblado árabe de Xaufí, donde se encontraba la guardia del torreón.
Bajamos por el Collado de los Pinos y nos detenemos unos minutos en un cortafuegos donde buscamos indicios de nuestro pasado oceánico, fósiles de anmonites. Pasamos junto al tajo Colorado; en sus proximidades, nos sorprende la belleza efímera de los lirios silvestres. Subimos a la Ermita de los Tres Juanes (856 m.).
La bajada la hacemos por una sinuosa carretera. Una vez abajo, en cuanto entramos en Atarfe, encontramos la parada del bus en el Paseo de la Redonda.
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