En la sesión cuarta de la actividad Cientifícate del Bibliopark del CEIP Virgen de la Cabeza, hoy hemos estropeado trozos de pan de molde e intoxicado semillas. Y todo ello para aprender algo sobre la materia orgánica, su proceso de descomposición y los bioindicadores.
A través de estas experiencias pretendemos conocer que es la materia orgánica y su proceso de descomposición, analizando los distintos factores que la determinan. Además, aprenderemos que es un bioindicador y cómo podemos usar el proceso de germinación de una semilla para determinar si un líquido presenta algún tipo de toxicidad.
La materia orgánica es materia elaborada de compuestos orgánicos que provienen de los restos de organismos que alguna vez estuvieron vivos, tales como plantas, animales y sus productos de residuo en el ambiente natural. Podemos encontrarla descompuesta, total o parcialmente, por la acción de microorganismos.
A través de la metamorfosis de un trozo de pan de molde, observaremos la descomposición de porciones de pan de molde integral y blanco (ejemplos de materia orgánica) en distintas condiciones.
Las variables que tendremos en consideración son: presencia o ausencia de agua, de aire, de sal (10 gr/l), de vinagre y de amoniaco (50%).
Aprovechamos para conocer el concepto de pH, es decir, de acidez, neutralidad o basicidad. Y lo medimos a través de un papel tornasol como indicador.
Además, no acercamos al concepto de bioindicador. Es un organismo vivo que se utiliza para determinar y evaluar el índice de contaminación de un lugar, especialmente de la atmósfera o del agua.
Es muy importante conocer cuando un compost está terminado, es decir, si está maduro. Para eso existen un gran número de técnicas analíticas y experimentales que podemos usar, pero sin duda la más empleada es la prueba de fitotoxicidad, en la que se emplean semillas como bioindicadores.
Aplicaremos el test de fitotoxicidad a una serie de semillas diferentes, observando su germinación con: agua (blanco); medio ácido con vinagre de manzana (dos proporciones 20% y 10%); medio salino con cloruro sódico (dos proporciones 5 gr/l y 2,5 gr/l); y medio básico con amoniaco (dos proporciones 10% y 5%)
Se emplearán las siguientes semillas: berro de agua (Lepidium sativa), rábano (Raphanus sativus), lentejas (Lens culinaris), soja (Glycine max) y trigo (Triticum sp).
Colocamos 10 semillas por recipiente y sobre el papel de filtro se añaden 10 ml de liquido.
A los tres y seis días determinaremos el porcentaje de germinación y la longitud media de la radícula.
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