miércoles, 20 de noviembre de 2019

Ruta 8. La Ermita del Almez.


En el día de la infancia, los senderistas de Buenos Aires recorren 18 kilómetros como si se tratase de chiquillos y chiquillas.


Hoy nos adentramos en el valle del Darro para desviarnos hacia el del Aguas Blancas en dirección a Dudar. Pasamos por cinco lugares subrayados en la agenda del senderista: Jesus del Valle, Los Arquillos, Los Cortijos de Belén, La Ermita del Almez y las Torres del Canal de los Franceses.


Desde Plaza Nueva nos dirigimos a la Cuesta del Chapiz, para ascender hasta los pies del Chorrohumo. Por el Camino del Sacromonte llegamos hasta el de Beas y lo seguimos a buen ritmo hasta desviarnos a la derecha en busca de una sombreada acequia.


Seguimos esta acequia que prestaba sus servicios a los molinos de Valparaiso. Abunda la cola de caballo. La abandonamos para caminar entre olivos; la luz, preciosa a estas horas de la mañana, consigue que las mas sencillas hierbas resulten de una belleza esplendida.


Llegamos al Cortijo de Jesus del Valle, donde nos hacemos la foto de rigor entre sus emblemáticos falsos plátanos. Y hacemos un esfuerzo para ascender hasta los Arquillos, restos de la canalización de los franceses. Merendamos.


Nos dirigimos ahora hacia Dudar. Al pasar una curva en ascenso, tomamos una pista a nuestra izquierda. Después de pasar varias barranqueras, rodeados de almeces, olmos y encinas, llegamos a un cortijo con más de cien años, el Cortijo de Belen (1882).


Seguimos nuestro camino hasta la Ermita del Almecí del Almez. Cada año, el día de Todos los Santos,  se celebra la Romería del Santo Almecí también conocida como el Santo Belloto; participan los vecinos de Dúdar y de otros pueblos colindantes como Quéntar, Cenes de la Vega, Pinos Genil o Beas de Granada.


Proseguimos hasta desembocar por otra cancela en el carril de Dudar, tomándolo a nuestra izquierda  para iniciar el camino de bajada hacia este pueblo. Pasaremos junto a uno de los restos más espectaculares que quedan en pie del famoso Canal de los Franceses, las llamadas Torres, once pilares de mampostería donde se apoyaba el canal.


El Canal de los Franceses fue una ingeniosa estructura que se gestó durante los años de la “fiebre del oro”, y sirvió para llevar agua desde el río Aguas Blancas hasta las explotaciones mineras del Cerro del Sol.


El trazado del Canal de los Franceses fue proyectado por  Edmond Guillemin-Tarayre. Tenía una longitud de casi 14 kilómetros, de los cuales unos 10  transcurrirían a través de túneles, sifones y vasos comunicantes, y el resto en superficie.

La bajada hasta el pueblo tiene tramos bastante pendientes pero por una pista con buen firme. Podemos contemplar junto al cementerio el Acueducto de los Franceses o Puente en Linea. Terminamos echando una cañita en el bar "El Trebol" mientras esperamos al bus, al que nos subimos con la alegría propia de unos infantes.


45 senderistas, 18 kilómetros recorridos, 104 kilómetros acumulados.

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