lunes, 18 de noviembre de 2019

Partes que dan un todo.


Hoy, en el Bibliopark del CEIP Virgen de la Cabeza hemos realizado la tercera sesión. En esta ocasión nos centramos en la propagación asexual de las plantas, en su capacidad de que una parte se convierta en todo.


A través de estas experiencias pretendemos dar a conocer diferentes modos de reproducción asexual de las plantas (esquejes, estaquillas, bulbos y tubérculos), así como comprobar la influencia de los activadores de enraizamiento y del abono en el éxito de este tipo de propagación.


La propagación por estacas es una técnica de multiplicación vegetal en la que se utilizan trozos de tallos, los que colocados en condiciones ambientales adecuadas son capaces de generar nuevas plantas idénticas a la planta madre. Prepararemos las estaquillas o los esquejes y los colocaremos en el sustrato formado por perlita, turba y humus de lombriz.

Probaremos la diferente capacidad de generación de raíces y vástagos en función del tipo de especie y de la presencia o ausencia de un activador de la generación de raíces. Especies empleadas: Chopo (Populus alba), Aligustre arbustivo  (Ligustrum vulgare), Arce (Acer negundo), Hiedra (Hedera helix), Mimbrera (Salix fragilis), Durillo (Viburnun tinus), Fresno (Fraxinus sp) y Begonia (Begonia sp)

Además, en el caso del arce, del fresno, del aligustre, sembraremos también sus semillas para testar si es más adecuada la propagación por estacas o por semillas.



La propagación por esquejes en ocasiones puede realizarse no con tallos sino con hojas que, colocadas en condiciones ambientales adecuadas, son capaces de generar nuevas plantas idénticas a la planta madre. Determinaremos la capacidad de propagarse mediante esquejes de hoja de las siguientes especies: Lengua de tigre (Sanseviera), Planta madreperla o planta fantasma (Graptopetalum paraguayense) y Burrito (Sedum morganianum)

En la reproducción asexual intervienen otras estructuras al margen de los tallos convencionales o las hojas. Los tubérculos son tallos subterráneos engrosados que almacenan muchas sustancias nutritivas. A partir de ellos se pueden formar nuevas plantas. Los bulbos, al igual que los tubérculos, son órganos subterráneos de almacenamiento de nutrientes que se forman por ensanchamiento de la base de las hojas.



Veremos la eficacia de este procedimiento en varias especies, así como las diferencias en el crecimiento en función de añadir humos de lombriz o no aplicarlo. Usaremos bulbos de iris (Iris sp), tulipán (Tulipa sp), arlequín (Sparaxis sp), anémona (Anemone sp) y ajo (Allium sativum), así como tubérculos de patata (Solanum tuberosum) y tupinambo (Helianthus tuberosus).




Otro modo habitual de propagación es la división. El mejor momento para realizarlo es al final del período de reposo vegetativo (finales de invierno). Consiste simplemente en dividir la planta en dos o más trozos cada uno con una buena porción de raíces y luego plantar cada uno en macetas individuales.

Sencillamente realizaremos como actividad complementaria la división de helechos y tradescantias.

No hay comentarios: