sábado, 24 de abril de 2021

Casa de Porras en Bolones y el Darro.

Como no vamos a enamorarnos de la Sierra de Huetor. Tan cerca y tan diversa. Tan cerca y regalándonos imágenes y tan sorprendentes. Alli nos podemos encontrar con el otoño o la primavera. 

Realizaremos una ruta circular que parte y retorna a Huétor Santillán, pasando por la Casa Forestal Bolones, la Casa Forestal Los Peñoncillos y la Fuente de los Porquerizos donde nace el Darro.

Iniciamos el paseo caminando por la calle Molino Alto. Dejamos atrás la Era Grande y, tras pasar bajo el puente de la autovía, llegamos a la Cueva del Señor. 

Desde allí, por una subida serpenteante entre pinos, llegamos hasta un bonito mirador que nos muestra Huétor y su entorno. Es el mirador de la Cruz Baja.

Proseguimos hacia la Casa Bolones; pero un grupo de patas ligeras, antes sube entre romeros hasta la Cruz de Huetor Santillan a 1375 metros de altitud. Una cuesta que pone a prueba nuestras piernas y voluntad. 

Caminamos por una bonita vereda llena de jaras blancas y jaguarzos que transcurre a media ladera con unas vistas muy bonitas del Valle del Darro y el Cerro del Maullo. Nos conduce a la pista forestal de Bolones.  

Este camino es cómodo y sombreado por una abundante vegetación arbórea, entre la que se encuentran algunas secuoyas y algunos pinsapos. Tras pasar al lado de una alberca nos encontramos con la Casa Forestal de Bolones donde nos comeremos la fruta de media mañana.

Continuamos la pista hasta llegar al cruce de caminos próximo a Los Peñoncillos. En esta casa hay una curiosa veleta con lo que parece un lobo, tal vez en homenaje a un carnívoro tristemente extinguido en esta sierra.

Seguimos caminando hacia la izquierda en dirección a la Fuente de la Teja por el Barranco de las Tejoneras. Antes de llegar al Mirador del Darro nos desviamos por una vereda que nos va introduciendo en lo más profundo del valle, por el Barranco del Polvorite. 

A través de un angosto barranco llegamos a el nacimiento del Darro en la Fuente de los Porquerizos donde nos detenemos a contemplar las surgencias pacientes de agua. 

Continuamos por una cómoda pista forestal hasta coger el camino de la Acequia del Darro que nos conduce a Huetor Santillán tras unos 13 kilómetros recorridos. 

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