miércoles, 2 de febrero de 2022

En las acequias del Dílar.

La ruta de hoy transcurre por las tierras de Dílar, en la vertiente oeste del Parque Natural de Sierra Nevada, a 878 metros de altitud. El recorrido circular nos lo marcarán dos de sus acequias, la Alta y la Baja. Una mañana templada de invierno en la que los almendros son heraldos impacientes de la primavera. 

Dílar es un alargado territorio a caballo entre la montaña y la vega. El río, con el que comparte nombre, nace en la Laguna de las Yeguas, a casi 2.900 metros. 

En este precioso paseo de baja dificultad, contemplamos el contraste de la ribera del río Dílar con su bosque de galería de álamos, sauces y fresnos, y los campos de olivos y viñas que alternan con pinos y encinas en el pie de monte.

Comenzamos a caminar por las callejuelas que rodean la Parroquia de Santa María Concepción (XVII). Pasamos por la fuente de la Plaza Alta y desembocamos en la Calle Ermita. Ahora nos dirigimos hacia la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves por la Avenida Emilio Muñoz, pasando junto al Castillo del Marqués, actual Casería de San Pedro.

Este palacio fue construido sobre un antiguo castillo medieval que se encontraba en el municipio. En la leyenda de la placa ubicada en una de sus esquinas se cuenta que este castillo fue tomado por el primer marqués de Dílar a los árabes el 24 de octubre de 1491.

Antes de llegar a la Ermita nos desviamos a la izquierda, pasando junto al Hotel Zerbinetta (jineta en italiano). Desde aquí arranca un bonito camino que discurre junto a la Acequia Alta del Dílar. La seguiremos hasta llegar al Barranco de Poca Leña junto al Aula de la Naturaleza de Ermita Vieja.

Por el camino nos vamos encontrando con distintos miradores: La Hoya, Bizcandia, El Encinar, Las Bocas del Río y del Toril. Además, pasamos junto a una casa rural que coge el nombre del Cortijo de la Encina cuyas ruinas nos hablan de otros tiempos.

Siempre acompañados de la acequia, hoy sin agua, y con el privilegio de los almendros en flor, atravesamos tierras de labor y saltamos barranqueras por pequeños puentes. Llegamos así al Barranco de Poca Leña junto al que se encuentra el Aula de la Naturaleza de Ermita Vieja.

Nos dirigimos ahora a la preciosa Cueva del Sauco. Para ello tomamos una vereda ascendente que, entre aulagas, romeros y otros matorrales mediterráneos se adentra en el Barranco de la Cueva del Sauco.  Llegamos a esta oquedad tapizada de musgos y adornada con hiedras.

Después de disfrutar de este bello lugar, bajamos al Área recreativa del Dílar. Junto a este río, en una revuelta donde calienta el sol, tomamos un refrigerio.

Desde allí, si alzamos la vista, podemos ver la Boca de la Pescá y la caseta que marca el final del Canal de la Espartera, desde donde se precipitan, por una empinada tubería, sus aguas hasta la central eléctrica de Dílar.

Regresamos por el Camino de la Fábrica hasta una chopera donde cruzamos el Dílar para acercarnos a la Acequia Baja. La seguimos por sus márgenes, que definen una angosta servidumbre de paso, hasta llegar a la carretera. 

La cruzamos y seguimos la indicación Camino Bajo Paraje del Castillo que transcurre siguiendo el trazado de la Acequia Baja.

Lo seguimos por un cómodo y recientemente arreglado camino hasta llegar a la Plaza Mirador de la Sierra, pasando por un último mirador, el de Charnaquerock. Completamos así una bonita ruta de unos 12 kilómetros.

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