Esta mañana, con niños y niñas de 4 añitos del colegio Escolapios hemos paseado por la Vega dandole valor a las semillas, las protagonistas de su pequeña aventura.
De la semilla surge un cuento, es objetos del trabajo en la huerta, forma parte de un delicioso pincho veguero y la empleamos para germinarlas y obtener brotes para ensaladas.
Es maravilloso verlos enfrentarse a retos como meterse en mitad de un cultivo, enfrentarse al sabor de un pepinillo, decidirse a mordisquear un esparrago que emerge de la tierra o pasear por el interior del ramal de una acequia. Fascinante y divertido.
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