Tras el verano, el aula rural sufre una pequeña metamorfosis y se transforma para acoger a familias que desean celebrar en un espacio abierto y agradable el especial día de su cumpleaños.
Además de dar al protagonista la bienvenida que merece, de no soplar la tarta de cumpleaños con musiquita al efecto y de visitar la huerta y a los animales, nos convertiremos en econautas, dispuestos a echarle una mano a nuestro planeta.
¿Cómo? Además de hacer una merienda residuo cero, a través del juego fomentamos las recogidas selectivas, la importancia del agua y del aire y la disminución del ruido.
Atina con el color, carreras de contenedores, juegos con globos y stop ruido. Terminamos manteando al socavador y uniendo nuestra energía alrededor de la bandera econauta.
Cumplamos años al tiempo que no aceleramos la vejez de nuestra madre Tierra. ¡Feliz eco-cumpleaños!
No hay comentarios:
Publicar un comentario