Esta mañana trabajamos "Ciencia Divertida" con chicos y chicas de 3º de la ESO del IES Hispanidad y no fue sencillo. Continuamente había que estar subiendo y bajando para conseguir que prestaran atención, un préstamo costoso que pretendíamos devolver con altos intereses. Hasta cierto punto es normal ya que son recursos que no se trabajan previamente en el centro, ni siquiera se les informan de que va a ser la charla o el taller que van a recibir. De repente no hay clase y esa es la motivación de partida.
Pero incluso así hubo ratos amables, divertidos, dinámicos y hasta bellos. Y es que entendemos que en la ciencia, en los razonamientos lógicos, en el devenir de los fenómenos encapsulados en un experimento hay mucha belleza.
Y enlazo esto de la belleza con el hecho de que hoy conmemoramos el Día Mundial de Fibonacci en honor al matemático italiano que reveló una de las secuencias numéricas más interesantes: es una serie matemática infinita de números naturales que comienza con dos 1, y los siguientes números son el resultado de la suma de los dos anteriores. Se celebra el mes 11 en el día 23 (1,1,2,3,5,8... los hijos de Fibonacci), un poco friki. Esta secuencia la encontramos en la ciencia, en la naturaleza, en la computación, en la arquitectura, en el arte. A esta secuencia numérica, se le atribuye la representación de la belleza.
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