En una mañana que comenzó lluviosa pero que pronto se torno amable e incluso soleada, hemos disfrutado de una preciosa ruta por el entorno del Río Torrente, trazando una circular que parte de Nigüelas y pasa por la pequeña localidad de Acequias. Las acequias cantarinas nos acompañan durante toda la ruta.
El recorrido comienza en Nigüelas, situado a 931 de altura sobre el nivel del mar. Recostada al pie del cerro Zahor, es conocida como el "Balcón del valle de Lecrín". Es un lugar que guarda muchos tesoros: la falla de Nigüelas, la almazara más antigua de España, las casas nobiliarias o sus jardines románticos.
Pasamos por la Parroquia de San Juan Bautista. Continuamos por sus callejuelas estrechas y luminosas acompañados por el sonido del agua. Bajamos hasta el Río Torrente por el precioso camino de la Pavilla. Esta acequia esta delimitada por dos viejos partidores, el de la Pavilla y el que divide su caudal entre la localidad en la que nos encontramos y el ramal que lleva el agua a Acequias y Mondújar.
Desde este último distribuidor de aguas tomamos una senda a la derecha que, entre muros de piedra nos lleva hasta el río. Nos rodean bonitas huertas con algunos limoneros. Desembocamos a un curioso lugar donde si colocas una piedra del río tienes derecho a pedir un deseo. El nuestro: hacer camino al andar.
Bajamos por la margen izquierda del Torrente pasando bajo un gran puente de piedra caliza por el que pasa la antigua carretera de Bailén - Motril. Llegamos a una fábrica de ladrillos situada en la confluencia del Barranco del Pleito con el río Torrente.
Ahora nos desviamos a la izquierda subiendo y atravesando la carretera. Tomamos a la derecha una vereda ascendente que nos conduce hasta Acequias; nos desviamos a la derecha para pasar junto al cementerio y seguir ascendiendo por un carril menos transitado. Las acequias hacen honor al nombre de la localidad.
Atravesamos el pequeño pueblo de Acequias, llegando hasta el Molino del Sevillano. Y allí, en un merendero junto a un mirador, nos detenemos a reponer fuerzas. Encontramos los primeros almendros en flor.
Ya solo resta seguir una bonita senda que se dibuja junto al barranco del Torrente y que nos va bajando hasta llegar al río. Lo atravesamos y por el camino de la Cuesta del Río, entramos en Nigüelas.
Visitamos la Casa Palacio de Zayas, donde se encuentra la sede del Ayuntamiento y sus jardines románticos. Completamos así una ruta de 9 kilómetros y 265 metros de desnivel positivo acumulado.
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