En esa aventura que hemos emprendido de la mano del CEPER Albaycín relacionada con la interpretación del patrimonio de nuestros pueblos, esta vez estuvimos en Nigüelas, el "Balcón del Valle de Lecrin". Nigüelas, situada a 931 de altura sobre el nivel del mar, es una localidad al pie del cerro Zahor. Guarda muchos tesoros naturales como su falla o el paseo de la Pavilla, así como un rico patrimonios histórico.
Visitamos su parroquia, un templo mudéjar dedicado a San Juan Bautista y construido en el siglo XVI, de mampostería de piedra y jácenas de ladrillo macizo. También nos abren las puertas de la Casa Zayas del siglo XVI. Este antiguo palacio de verano de los Zayas es la actual sede del Ayuntamiento, construcción del siglo XVI, restaurada en los años 90. También paseamos por los adyacentes jardines románticos de estilo francés, donde son de admirar sus magníficos arriates de bojes o los formidables magnolios.
Nos detenemos en el Centro de Interpretación Almazara "La Erilla", un molino de aceite que ha estado en funcionamiento desde el siglo XV. Su estado de conservación es muy bueno. Y paseamos por las cuidadas calles de la ciudad de la música, llenas de flores donde el agua de fuentes, acequias y aljibes es la protagonista.
Nuestro agradecimiento al Ayuntamiento de Nigüelas y en especial a Mari Carmen, su Concejala de Cultura por su atención, cariño y hospitalidad. El lema de su escudo, "Festina lente", les sienta muy bien a sus vecinos: apresúrate lentamente.
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