Estuvimos contando en el gimnasio del CEIP Ramón y Cajal a los niños y niñas de 2º de EP un cuento de títeres. Y, en ocasiones, lo bonito está dentro.
Fuera el polvo del desierto y la lluvia fina le daban al paisaje una triste pátina de suciedad. Pero dentro el brillo de los ojos que hablan de la sonrisa aún escondida.
Fuera malentendidos, arrogancias, peleas y llantos. Pero dentro las explosiones son las risas y las fronteras solo se traspasan para propiciar sinceros encuentos. Ha sido bonito que los profes se alegrasen de la normalidad de ver un cuanta-cuentos sin tiroides pero con voz.
Fuera la ausencia de palabras. Dentro habla la mirada, las manos, el cuerpo. Se dialoga directamente con el público menudo, transversalmente con los maestros y maestras, de frente a la marionetas y a través de la goma espuma y el trapo a los amigos. Fuera abandonos sin esperanza. Dentro un gatazo que poco a poco encuentra un hogar. Ya te digo.
Y a lo mejor el polvo del desierto y la lluvia fina son un privilegio.
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