Hoy realizamos una ruta lineal de unos 10 kilómetros y 600 m de desnivel acumulado hasta el emblemático Collado de la Gitana. El sol de inicios de marzo se atempera con una brisa fresca, consiguiendo una temperatura ideal para el esforzado caminante.
Comenzamos en Güejar Sierra (1.130 metros de altitud). Se ubica en la vertiente noroeste del Parque Natural de Sierra Nevada, a media ladera del cerro del Calar, a cuyos pies discurren las aguas del río Genil.
Es un bonito pueblo de montaña dividido en tres barrios : (Barrio Alto o del Fuerte, Barrio de la Fuente o Alquería de en Medio y Alquería Baja o Barrio de la Moraleda o del Peñón), con fuertes pendientes y arroyos de aguas cristalinas, del que parten numerosas veredas para los senderistas.
Un elemento exclusivo en Andalucía que protege estas tierras es Güéjar Sierra, es que los habitantes de la localidad desde 1.572 son los propietarios de los terrenos comunales (1.400 hectáreas) y una Junta Administrativa organiza su gestión. Los beneficios redundan en los propios vecinos.
Subimos por la Avenida del Duque San Pedro hasta a la plaza del Ayuntamiento, pasando por la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario. Callejeamos hasta llegar al camino del Sotillejo y lo seguimos hasta encontrarnos con la Acequia de la Solana.
Tomamos una vereda que nos conduce hasta la pista que nos llevará a media ladera hasta el Collado de la Gitana. Lo seguimos pasando por la Peña de la Vaca, el centro ecuestre municipal.
A partir de ahí la pista se transforma en una vereda de gran belleza que transcurre a media ladera del macizo calizo del Calar, pasando por un manantial situado bajo las Agujas de la Encarna, formaciones rocosas picudas fruto de la erosión cárstica de las calizas.
Durante todo el recorrido amarillean las aulagas con su sutil aroma a coco y los romeros en flor. Y las vacas serranas nos observan con curiosidad.
El Calar es un macizo calizo cuyo punto más alto son unos 1.850 m y en cuyas cumbres encontraríamos las trincheras de la Guerra Civil conocidas como los Parapetos y la Cruz del Calar.
Nosotros continuamos hasta alcanzar el Collado de la Gitana (1700 m). Una vez allí, podríamos bajar al frente hacia el Cortijo de la Cueva de la Gitana, en el Barranco del Tintín. También la senda de la derecha nos llevaría al Cerro del Tamboril (1.927 m) y al Collado del Alguacil, tras el cual se ve el Alto de Miguelejos (2.010 m). Si hubiéramos girado a la izquierda, la vereda nos conduciría a lo alto del Calar.
Todas estas montañas y el perfil de Sierra Nevada nos lo relata Juan, nuestro maestro senderista.
Tras el refrigerio retornamos a Güejar por las mismas veredas. Es una lastima ver las heridas de los incendios que arrasaron estas laderas hace un par de años.
En este pasado mes de febrero acontecieron dos de las fiestas de Güejar más antiguas y populares: el “Entierro de la Zorra” y la fiesta de la “Asadura Matancera”.
El entierro de la zorra es una fiesta de carnaval en la que los vecinos parodian un entierro, presidido por un supuesto alcalde, un cura con su monaguillo y un veterinario, que simboliza el fin de las peleas y malentendidos que habrían surgido durante el año entre los aldeanos.
Con perdón de los raposos, en el mundo deberíamos enterrar muchas zorras para conseguir vivir sin rencores ni sueños enfermizos que se convierten en pesadillas para los que queremos vivir en paz.
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