martes, 15 de marzo de 2022

De vuelta a Patosuca.

Ya teníamos muchas ganas de volver a ver este logo, de colarnos en el comedor de la escuela infantil Patosuca para contar un cuento. Y hoy hemos vuelto, contando a niños y niñas de 3, 4 y 5 añitos "Títeres y emociones".

Es una experiencia privilegiada, aunque no exenta de esfuerzo y concentración, contar un cuento a tanto loco menudo. Son tan participativos que, en ocasiones, parece que ellos decidieran el destino, o al menos los meandros de flujo narrativo. 

Se emocionan, se implican hasta el infinito para, un instante después, desconectar por cualquier circunstancia fortuita. Levantan la mano para dar su opinión y, si intentas ignorarlos, alzan el brazo como si fuese de goma hasta tocar el techo. Aunque se estén portando correctamente conscientes de que son el público de un espectáculo, no pueden evitar sentirse como versos sueltos, electrones repiando fuera de orbita. Y el cuentista y las marionetas flipando con una sonrisa, imponiendo su lógica, de por si pelin absurda, en mitad de ese caos controlado. 

Y al final se levantan, te abrazan, te dicen que les ha gustado mucho, que cuando vas a volver. Se largan dando saltitos e imitando la cancioncilla de la mosca. 

Gracias a las maestras de este centro infantil por contar con nosotros para vivir estas experiencias tan simpáticas. 

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