Muere un poeta y la creación se siente
herida y moribunda en las entrañas.
Un cósmico temblor de escalofríos
mueve temiblemente las montañas,
un resplandor de muerte la matriz de los ríos.
Elegía primera. Miguel Hernández.
Hace 80 años, en la prisión de alicante, con poco más de treinta años, murió el poeta Miguel Hernández.
Por esas casualidades azarosas de la vida, muy habituales en la creación del caos en equilibrio de la naturaleza, hoy estuvimos de senderismo en una montaña y en un río. Tal vez, un modo inconsciente de acordarnos de este poeta en tan señalado día.
Con los chicos y chicas del CEIP Virgen de la Cabeza estuvimos en los Cahorros del río Monachil y con los del CC Carmen Salles en las montañas de la Sierra de Huétor recorriendo la Acequia del Fardes.
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