viernes, 22 de abril de 2022

Aprender a cocinar

El AMPA la Nieve de la escuela Sierra Nevada nos ha invitado de nuevo a realizar una serie de talleres para niños de infantil y primer ciclo de primaria sobre cocina. Además de alguna transformación como pinchitos de fruta o bombones de boniato, hacemos distintas manualidades para enfatizar diversos aspectos de la pregunta ¿Cómo como?

Uno de los pequeñajos que he tenido, tardó cero coma en empezar a hacer de su capa un sayo. Como si fuera un bebe, cosa que ya no es con sus cuatro añitos, espachurro los bombones con las manos poniéndose perdido el y todo su entorno, compañeros incluidos. 

Su hermano mayor lo miraba indolente, como si aquel comportamiento no fuera una novedad. Me acerque y le dije que él era pequeño, sí, pero que no era tonto; así que no se comportara como si estuviese bobo. 

Al terminar el taller, se acercó su madre y me dijo que le explicara qué había pasado, que porqué había llamado tonto a su angelito. Le dije cuales fueron mis palabras exactas y añadí, que en otro momento le solté a su querubín, sonriendo, que le iba a dar una patada en el culo y mandarlo a la luna por que se había portado bastante mal. 

La madre no se quedó muy conforme. Yo creo que debería haber mirado a su hijo muy seria y haber continuado mis palabras diciéndole que al volver de la luna ella lo chutaría de nuevo para que se posase en Marte. Pero no. Parecía ofendida.


Estamos perdiendo el Norte. A los padres se nos está olvidando cocinar con tanta nouvelle cuisine educativa. Tras ese encuentro entendí mejor por que su pequeño espachurró sin venir a cuento los pastelitos de boniato. 

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