Ayer nos despedimos de los chicos y chicas griegos, letones y franceses que realizaron una estancia de una semana en Granada. Y lo hicimos con una actividad muy diversa y bien engranada.
Nos centramos en el entorno de la Vega ya que las ubicaciones fueron el Pantano de Cubillas y los pagos de la acequia Tarramonta y la vereda de la Requica. Como centros de interés: el agua y la fracción orgánica de los residuos, todo ello ligado al cambio climático y a la necesidad de involucrarnos con los problemas.
Primero nos encontramos en el Pantano de Cubillas, un embalse de unos 21 hectómetros cúbicos de una gran belleza. Su lámina de agua está enmarcada por un área recreativa bajo un pinar y por los olivares colindantes; Y de fondo Sierra Nevada, la Sierra de la Yedra y Sierra Elvira.
Tras comentar que es un embalse y la necesidad de cuidar su agua gota a gota por su coste ambiental, social y cultural, caminamos hasta el área recreativa atravesando la presa y el aliviadero.
Una vez a la orilla del pantano, dimos una dinámica charla sobre la importancia del agua, finalizando con algunos experimentos. Fue muy divertido compartir escena con Julia.
Posteriormente nos involucramos con el espacio y efectuamos una recogida de basura. En unos quince minutos retiramos cerca de 150 Kg de residuos. Y sacamos un rato para tipificar lo recogido. La mayoría plásticos de envases: mucho volumen, poco peso y una alta permanencia en el entorno sin biodegradarse. Agradecimos a estos chicos y chicas su colaboración en el mantenimiento de este entorno natural.
Luego nos fuimos al Aula Rural de Ciempiés, donde comimos y descansamos un poco disfrutando del mediodía primaveral. Fue un rato muy agradable que compartimos con las gallinas, los animales del corral, los trinos y las mil flores que nos rodean.
Con la colaboración de Adrián y Marina impartimos una charla participativa sobre la recogida selectiva de las basuras en el hogar y las posibilidades derivadas del compostaje de la fracción orgánica. Pusimos el acento en la importancia de los suelos vivos como sumidero de carbono atmosférico y, por lo tanto, de su papel en la mitigación del cambio climático.
Al final de la charla nos visitaron Plastichín, Cartunez y Aceitina. En su interior la vitalidad de tres franceses muy marchosos.
Luego visitamos la huerta, las composteras y la litera de lombrices para realizar vermicompost.
Nos despedimos de la Vega con un juego tradicional cooperativo, el pelele. Y tras mantearlo regresamos a Granada dando un paseo por la Vega.
Recorremos acequias, ramales, secaderos de tabaco y pasamos junto al Pozo de Santa Clara. Nos fijamos en los cultivos de espárragos, habas, ajos, patatas...
Tras recorrer la Vereda de la Requica, una vía pecuaria, llegamos al parque Tico Medina, donde recompensamos el esfuerzo con fruta fresca: piña, mango, uvas y fresas.
El fin de fiesta fueron unas pizzas en el Triunfo y un delicioso helado de los Italianos.
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