
Segundo día de esta ludoteca primaveral en el aula vegana de Ciempiés. Divertirse, aprender y tener experiencias saludables en un entorno abierto, ese es el propósito.
Seguimos cuidando los frutales a los que hemos apadrinado (un compromiso no escrito a través del cual nos tomaremos en serio el sueño de que una ardilla pueda recorrer la Península Ibérica sin pisar el suelo). A cambio de su belleza y de la fruta que nos darán en verano, les regalamos un poco de agua.
Mientras, otros amigos y amigas cuidan los animales del corral. Tenemos conejos de todos los tamaños; esos pequeños gazapos no tienen más de dos semanas y aún permanecen en el nido de pelo de su madre coneja.

Las gallinas son muy divertidas y, nos obsequian todos los días con más de siete deliciosos huevos.

Y una de ellas, la más sabia, ha mandado callar a Pepe, colocando el ala sobre su boca.


Los gansos y los patos aportan su andar inimitable y altivo... y poco más.
En la huerta recogemos escarolas y espinacas. Comparten el suelo con coles, brecoles, acelgas, lechugas, zanahorias, ajos, cebollas, habas, puerros, alcachofas y las patatas jovencitas sembradas a mediados de febrero.
Colocamos, tanto en la huerta como en los frutales hoteles de insectos. Sus principales ocupantes serán las abejas y avispas solitarias. En la naturaleza, buscan todo tipo de agujerillos y galerías en madera muerta. Cuando la eliminamos las dejamos sin hogar. Los “hoteles” son una forma de compensar la carencia de huecos naturales aportándolos de forma artificial.

Las abejas y avispas son fauna auxiliar, es decir, organismos que nos benefician debido al control biológico de plagas y a su papel en la polinización de los cultivos.
Y como debemos aconstumbrarnos a que frutas y verduras formen parte de nuestra dieta habitual, en la cocina preparamos pinchitos de fruta y zumos verdes con multitud de vegetales: sandía, melón, peras, plátanos, pomelos, naranjas, mandarinas, uvas, moras, arándanos, manzanas, piña, espinacas, zanahorias...

Ponemos a prueba nuestros sentidos con una cata a ciegas. El ganador se lleva el antifaz de la piña, esa que tiene escamas y no es pez y corona y no es reina.
Y nos quedan algunas cosas más que contar y una sorpresa final que dejaremos para mañana.
