En la Sierra de Atarfe.

Esta mañana de febrero, con la resaca del día de los enamorados, los y las senderistas de Buenos Aires subieron al Torreón de Albolote y pasaron junto a la Ermita de los Tres Juanes, ambas ubicaciones situadas en la Sierra de Atarfe, junto a Sierra Elvira.

Esta sierra está formada por dos macizos diferenciados, Sierra Elvira que es el principal núcleo y la Sierra de Atarfe, algo desprendida de ella en dirección sureste y unida a la anterior por el Collado de los Pinos. Ambos forman una isla en mitad de la depresión de la Vega, lo que le proporciona valores paisajísticos y de flora y fauna de gran interés. 

Es pequeña en extensión y altitud (altura máxima unos 1100 m, el Morrón de Enmedio), pero esconde muchos tesoros: su paisaje, el bosque mediterráneo, sus rocas calizas, los fósiles marinos y los animales endémicos, exclusivos de estas sierras. Su población de mariposas es impresionante y sólo aquí nos encontramos con un caracol adaptado a vivir en las grietas de las rocas, el Iberus gualtierianus, la almeja o chapa de Sierra Elvira. 

Partimos desde el cementerio de Albolote.  Caminamos por el Camino de las Cruces hasta llegar a su intersección con el Camino de Albarrate en la base del Cerro del Torreón. Desde allí cogemos una vereda estrecha que hace frontera entre el olivar y el bosque mediterráneo. 

Al principio el desnivel es pequeño, pero cuando nos adentramos entre los pinos la pendiente pesa en las piernas.  Llegamos a la Placeta de la Reina, donde, tras tomar un respiro, echamos a caminar por el carril que conduce al Torreón, en la cima del Collado de los Pinos.

El Torreón de Albolote o de Sierra Elvira, es de época nazarí, y está fechado en el siglo XIII. Se edificó con forma cilíndrica, ligeramente troncocónica. Está construido con fábrica de mampostería de sillares y mortero de cal. Tiene un diámetro de 5,40 metros y una altura total de 9,50 metros.

Debido a su importancia, y a que debía de vigilar una amplia superficie, la torre se tuvo que construir más ancha y alta que otras. Posiblemente sea la torre árabe, de mayor tamaño y mejor conservada de la provincia.

El hueco de acceso está situado a 7 metros de altura, presenta un arco de medio punto abierto al sur. Dispone de otros dos huecos más, a la misma altura, al Noreste y Noroeste, que podrían ser troneras. La parte inferior de la torre es maciza, y por encima se encontraban las habitaciones. El Torreón de Albolote es más que probable que tuviera dos salas, cubiertas por bóvedas.

El Torreón de Albolote fue uno de los últimos que conformaba el sistema defensivo del reino nazarí. Su situación estratégica posibilitaba la vigilancia de la vega granadina por el norte. Estaba en contacto con otras torres vigías como la de Cogollos Vega, las torres de la Alhambra, el castillo de Moclín y el de Colomera entre otros. Tras la conquista se siguió usando como punto de vigilancia.

Bajamos por una bonita vereda rodeados de pinos y subimos la Ermita de los Tres Juanes, enclavada en la cima del Cerro del Castillejo, a más de 860 metros de altitud.

Se empezó a construir en 1942, como una promesa hecha por el vecino atarfeño Juan de Dios Sánchez. Su idea era dedicarla a San Juan Evangelista, San Juan Bautista y San Juan de Dios, aunque nunca sirvió al culto católico. 

Tanto la ermita como su entorno fue rehabilitada en 1990, bajo el nombre de Parque de la Naturaleza Sierra Elvira, albergando un pequeño museo de Ciencias Naturales y un jardín botánico. 

Ya solo resta dejarse caer hasta Atarfe por el camino de la Ermita. Bonita ruta de unos 11 kilómetros y 260 metros de nivel acumulado guiada en esta ocasión por Oscar y Moha.