miércoles, 22 de febrero de 2023

Cabras en el Canal de la Espartera.

Hoy muchas cabras brincaban en el entorno del Canal de la Espartera. No me refiero a mis apreciados senderistas de Buenos Aires, sino a la Capra pyrenaica, un endemismo que actualmente se encuentra principalmente en las áreas montañosas de España y del norte de Portugal.

Pero nosotros también hemos trotado por esos parajes trazando una bonita ruta por el entorno de los Alayos, junto a una de nuestras vías de agua más nombradas, el Canal de la Espartera. El paisaje podría caracterizarse por su recorte y superposición; son múltiples perfiles que se superponen contrastando en color y textura. Siempre, al fondo la línea de los tresmiles de nuestra Sierra Nevada difuminada por la calima.

Además, hemos ascendido a una cima emblemática: la Boca de la Pescá. Es una modesta cumbre de 1.518 metros de altitud en las estribaciones occidentales de Sierra Nevada, justo en el vértice en el confluyen los límites de los términos municipales de La Zubia, Gójar y Dílar. Se compone de dos cumbres gemelas que tienen pocos metros de diferencia en altura, cuya forma se asemeja a la boca abierta de un pez de donde toma el nombre. Sobre la más elevada se asienta una caseta de vigilancia de incendios forestales.

Salimos de la Fuente del Hervidero desde donde tomamos una pista, la Cañada Real de Huétor Vega. Pero antes, un par de jovenzuelos disfrutan de los columpios. 

Vamos ascendiendo hasta detenernos para disfrutar del paisaje y de los comentarios montañeros de Juan. Nos señala la Tetica en lo alto del Cerro Huenes y el Pico de la Carne. Y no se olvida del escarpado Trevenque.

Llegamos a el Canal de la Espartera dejando a la izquierda el desvío hacia la Cortijuela. Desde allí tomamos el cómodo sendero de Haza Larguilla, una vereda de accesibilidad universal de alrededor de un kilómetro que nos conduce hasta el impresionante mirador interpretativo de Los Alayos.

A partir de ese momento vemos muchas cabras montesas que se nos alejan sin demasiada urgencia. ¡Quien tuviese su capacidad de riscar con tanto salero!

Después de disfrutar de las vistas en el mirador de los Alayos y de una foto de familia, seguimos el sendero. Desde aquí hasta nuestro destino tendremos un agradable paseo con vistas al extremo oriental de la Boca de la Pescá, con un tramo final de subida más pronunciado. 

Un grupo evitará los ascensos y seguirá la senda y el canal hasta el final de este, donde el agua cae hacia la central hidroeléctrica del Dílar.

Los demás introducimos un punto de mayor exigencia recorriendo el borde del conocido como Cerro de las Pipas, por los restos fósiles de Dentalium unos moluscos excavadores denominados 'colmillos de mar' o 'pipas'. El género dentalium se extiende desde el triásico hasta la actualidad. 

Caminamos por su cresta marcada por distintos mojones. Al bajar del Cerro de las Pipas iniciamos la subida a la Boca de la Pescá. Pasamos por zonas áridas de dolomías masticadas por el tiempo y por pinares donde abundan los espliegos y los espartos.

Al llegar a la cima tenemos unas increíbles vistas del Trevenque, el Corazón de la Sandía, los Alayos y Picacho Alto. Un par de cabras con necesidad de desfogar ascienden hasta el cerro frontero, la segunda cima que define junto a la principal la característica silueta de pescado boqueando.

Comenzamos la bajada, pero en vez de tirar por el cortafuegos que es bastante "pestiñoso", bajamos por una vereda serpenteante que desciende entre encinas y matorrales bajos hasta el punto final del Canal de la Espartera desde donde se divisa la central eléctrica de Dílar.  Allí nos juntamos todos de nuevo. 

El canal de la Espartera fue construido por José Morell entre 1819 y 1923. Su objetivo era llevar agua desde el río Dílar hasta este punto. Caía en un gran salto hacia la central de Dílar donde movía turbinas que generaban electricidad que estaba destinada a la fábrica de papel que se construyó en Benalúa de Guadix en las proximidades de su azucarera. Como este papel se sacaba del esparto, al canal lo denominaron "de la espartera".

El canal, aún en uso, tiene siete kilómetros de largo con 47 puentes. Discurre por una canalización de un metro de ancho y otro tanto de profundidad.

Regresamos por el canal para desviarnos a la izquierda por la rambla del Barranco de Gil López en dirección a la Silla del Fraile que salvaremos por la derecha. Siguiendo la rambla llegaremos hasta el pintoresco Cortijo de Parejo o Alcavic.

Continuamos en suave subida por pista pasando por una alberca. Los almendros están en flor. Descendemos la Loma Licerá hasta llegar al Collado del Tejarillo. 

Aquí nos desviamos por la pista de la derecha que circula por un pinar de reforestación, pasando por el Barranco de Corvales antes de llegar a Cumbres Verdes. Completamos una ruta de 10 kilómetros y 480 metros de desnivel acumulado.

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