miércoles, 20 de marzo de 2024

Quéntar y el Barranco del Tintín.

La ruta la comenzamos en Quéntar desde donde subimos a la presa. Tras unas palabras junto al Castillo de Quéntar, comenzamos a caminar por la Calle Río, pasando por un lavadero y la Iglesia de la Encarnación y la fuente y la ermita del Barrio Alto. Hay indicadores que nos hablan que nos encontramos en un tramo del camino mozárabe. 

Por la calle Eras del Molino conectamos con el inicio del camino del Duc, para pronto desviarnos a la izquierda. A nuestra derecha el valle del Río Aguas Blancas, dejando atrás la piscifactoría situada en la margen frontera. Caminamos entre paratas antiguas con almendros, membrillos en flor y olivos centenarios. Los humildes jaramagos amarillean el paisaje. 

Seguimos adelante pasando por el Barranco de los Yesares de las Quiebras. Ahora hay que alzarse hasta la presa. Podemos hacerlo bajando hacia el Barranco del Álamo y ascendiendo por una poco definida vereda en pendiente ascenso entre pinos. Preferimos desviarnos hacia la carretera y subir con un menor desnivel. 

Llegamos a la presa del Embalse de Quentar. Inaugurada en 1976 se encuentra asentada en el Cerro de los Bermejales y el cerro del Castillejo. Su muro tiene una altura de algo más de 100 metros y posee una capacidad de 13,6 Hm³.

Cruzamos la presa observando la espectacular cueva de Las Palomas. Rodeamos el cerro del Castillejo en cuyo alto aparece la escultura de una cabra montés hembra. Seguimos caminando hasta llegar a la siguiente escultura caprina, en esta ocasión de un macho. Nos detenemos a almorzar. 

Tomamos el camino de la izquierda que nos conducirá hacia el valle del río Tintín. Empezaremos a encontrar cortijos como Tobalo, Cortijo Tintín y Murillo. A nuestra derecha el Monte de los Rojos. Nos sorprende el trazado equilibrista de una pequeña acequia y nos topamos con un simpático perro que nos acompañará gran parte del camino. 

Regresamos al cruce y ahora tiramos hacia el Barranco del Meazorras buscando el Cortijo de Prado Montero. Entramos en su recinto y visitamos la Ermita de Santa María de los Labradores. Regresamos al camino principal y seguimos por el barranco para desviarnos a la derecha por una pequeña acequia. Dejamos el Cortijo de la Argumosa en los cerros de la izquierda. 

Nos conducirá al camino del Duc. ya solo resta seguirlos hasta llegar de nuevo a la localidad de Quéntar. Completamos así una ruta de 16 kilómetros y unos 500 m de desnivel acumulado. 


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