En Ciempiés pensamos que hay que salir al campo, pisar la tierra, oler las plantas, rozar las rocas y las cortezas de los árboles. Escuchar el viento en los árboles, los pájaros, el zumbido de los insectos.
En definitiva un antídoto para no desnaturalizarnos.
En el Pantano de Cubillas
En los Cahorros de Monachil
En la Sierra de Huétor
En el Valle del Genil, junto al fantasma del tranvía serrano.
Salgamos al campo, con respeto, como es natural.
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