Esta mañana primaveral serpenteamos por el río Genil desde Granada a Pinos Genil, una ruta de ida y vuelta por diferentes márgenes a las que accedemos múltiples puentes.
Iniciamos la ruta al final del Paseo de la Bomba, en Puente Verde. Su nombre lo explica el hecho de que anterior a este puente de piedra, había uno de madera, pintado de verde; este lo tiraron los franceses en 1810 para hacer uno mas resistente, pues lo necesitaban para que pasaran las tropas, y para ello el General Sebastini tuvo la "brillante" idea de demoler el campanario del monasterio de San Jerónimo, para no acudir a las canteras.
Seguimos en dirección contraria al curso del Genil, dejándolo a nuestra izquierda. A medida que nos alejamos de la ciudad, el bosque de ribera va haciéndose más complejo: chopos, mimbreras y tarajes se afanan en acompañar al río. Las lavanderas picotean en la orilla moviendo sus largas y gráciles colas.
Llegamos al Puente del Paseo de la Bicha y en esta ocasión lo atravesamos, dejando la vereda que nos llevaría a la Fuente de la Bicha a la derecha.
Proseguimos nuestro camino, que transcurre entre la Acequia Gorda y el Genil, disfrutando de la arboleda de las lindes que definen las fértiles huertas. Un ramal de la acequia Gorda tributa un caudal generoso al río.
Llegamos ahora la la toma de la Acequia Gorda en la Presa Real del Genil, ahora en obras por que están haciendo una rampa de modo que no suponga un obstáculo para la fauna piscícola. Otra intervención que observamos es la limpieza de las márgenes del río.
Siempre rodeados por una frondosa arboleda y a muy buen paso, llegamos a la preciosa Presa de Blanqueo. Su nombre procede de la proximidad de una antigua fábrica de papel. La encontramos al otro lado de la carretera que se dirige a Pinos Genil. Destaca una espigada chimenea que se sostiene en un edificio en ruinas. Construida hace 150 años, es una de las primeras fábricas de papel que se ubicaron en el sureste ibérico.
Fue construida por quien fue cónsul de Alemania, Fernando Wilhelmi, el ascendiente de una de las familias que más influyeron en el desarrollo de la Granada de la segunda mitad del siglo XIX y los inicios del XX. Su hija fue Bertha Wilhelmi gran dama de la sociedad granadina de final del XIX.
Atravesamos la presa y nos dirigimos hacia Pinos Genil. Pasamos bajo el Puente de la Duquesa y nos detenemos para almorzar y poner tiritas en los pies.
Cruzamos de nuevo el río para caminar ahora hacia Granada por la margen derecha del río. Tras pasar el río Aguas Blancas que baja de Quentar, cambiamos de lado de nuevo atravesando por segunda vez la Presa de Blanqueo.
Seguimos adelante por caminos en muchas ocasiones tapizados por las hojas de los chopos. En una vaguada, junto a un enorme chopo vencido nos topamos con la pequeña Fuente de la Pitilla. Un poco más adelante, en una isleta en mitad del Genil a la llegamos y de la que salimos por sendos puentes de madera, nos detenemos en la Fuente de la Pita.
Continuamos el recorrido por estrechos caminos que nos conducen al Puente del Paseo de la Bicha. Ya solo queda regresar a Granada llegando a la prestigiosa Avenida de Cervantes. Recorremos así 18,5 kilómetros que se los dedicamos a Juan para que tenga una rápida recuperación.
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